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El Poder de los Salmos


De todos los 66 libros que componen la Biblia, los Salmos son especiales. ¡Quién no los ha leído en algún momento de duda, dificultad, o en busca de guía y consuelo!
Su estilo en forma de poesía hebrea (quizás en español, o inglés, o alguna lengua moderna no parezca poesía, pero lo es), lo hace particularmente atractivo, fácil de recordar. Además, está en el centro de la Biblia. Es fácil de ubicar.

La singularidad de los Salmos es patente en el hecho de que cada Salmo es único, y no la continuidad de un relato histórico. Por eso es más acertado nombrar cada Salmo por su número, y no como capítulo, afirman los intérpretes bíblicos.



Los Salmos eran en tiempos bíblicos el cancionero inspirado, son una colección de 150 canciones sagradas (o salmos). El nombre Salmos en hebreo es Tehil‧lím, que significa “Alabanzas”. Expertos en idioma hebreo dicen que la palabra psalloo (Salmos) significa "tocar un instrumento". De modo que estas Alabanzas se acompañaban con música. 

Recordemos que el mayor compositor de los Salmos era David, según el 2 Samuel 23:1“Estas son las últimas palabras de David. Declara David, el hijo de Isaí, y declara el hombre que fue exaltado, el ungido del Dios de Jacob, el dulce salmista de Israel”.

Quizás nos identificamos con los Salmos por la variedad de emociones que están reflejadas en esas frases. Alabanza a Dios, oraciones de súplica, expresiones de confianza en Dios, pedir misericordia y ayuda, dar gracias y expresar júbilo, son parte del contenido de los Salmos. Además, el contenido de algunas profecías que se han cumplido o están cumpliéndose ahora o en el futuro, son parte del inspirado mensaje de los Salmos.

¿Vale la pena leer los Salmos? Sin duda. Hasta personas que no se consideran creyentes en Dios reciben consuelo y alivio al leerlos. Y para los creyentes, su instrucción llena de imágenes maravillosas, invitan a la reflexión
Comentaristas bíblicos clasifican los Salmos en:
1. Salmos de Alabanza a Dios, Gozo y Gratitud
2. Salmos que implican oración a Dios
3. Salmos de instrucción espiritual y para meditar

¿Hay Salmos que sirven para meditar? Sí. De hecho, el Salmo 1 invita a la meditación:

Salmo 1:1-3
Feliz es el hombre que no ha andado en el consejo de los inicuos, y en el camino de los pecadores no se ha parado, y en el asiento de los burladores no se ha sentado. 2 Antes bien,su deleite está en la ley de YHWH, y día y noche lee en su ley en voz baja. 3 Y ciertamente llegará a ser como un árbol plantado al lado de corrientes de agua, que da su propio fruto en su estación y cuyo follaje no se marchita, y todo lo que haga tendrá éxito.

El Salmo 1 inicia con la palabra "feliz". Así inició Jesús su más famoso discurso de enseñanza a la humanidad: el Sermón de la Montaña.

¿Quién no quiere ser feliz?

Todos queremos serlo. El asunto es que tomamos diversos caminos para ser felices, o hallar ese estado de bienestar y plenitud. Algunos, toman el camino de las riquezas (como su único Norte), otros se refugian en su trabajo o su familia, o tal vez los placeres.

¿Hay algo de malo en ser rico, trabajar, dedicarse a la familia o disfrutar de la vida? No, en lo absoluto.

Pero tomar estas cosas como el ÚNICO camino que nos da felicidad, se ha demostrado que realmente no satisface totalmente.

Por eso meditar en la descripción de "feliz" con que inician los Salmos invita a reflexionar qué da realmente bienestar y plenitud.

Salmo 1:2 nos ayuda a entender cómo descifrar el "enigma" llamado felicidad:

su deleite está en la ley de YHWH, y día y noche lee en su ley en voz baja

¿Quién se deleita en la ley de YHWH? El feliz. ¿Qué hace? Lee día y noche en voz baja esa Ley.

Uno tiene su comida favorita, la música favorita, uno tiene preferencias por las cosas que le agradan. ¿Está la Palabra de Dios entre esas cosas en las que uno se deleita? No se trata de asumir una actitud santurrona con respecto de la Biblia. Es asunto de reconocer con honestidad si realmente se considera la Biblia como parte de la Vida Propia. Como algo de lo cual se necesita constantemente, con agrado, con placer.

Se reconoce que tal vez asusta ver el grosor de la Biblia, y, siendo francos, parece una tarea titánica empezar a leer la Biblia. Pero dice un proverbio chino:

"El camino más largo empieza por el primer paso"
¡Empieza ahora a leer las Santas Escrituras!

No le tengas miedo al grosor, a no entender, o a volverte loco.

Simplemente, da el primer paso y comienza. Por cierto, algunas personas, comienzan leyendo la Biblia por el libro de los Salmos.

Y al leer la Biblia, se debe leer en "voz baja". ¿Qué significa eso?

Copia textual de la Obra:

Diccionario Strong en Español, significado en hebreo de "voz baja":
הָגָה
jagá

raíz primaria; murmurar (en placer o ira); por implicación meditar:-gemir, hablar,imaginar, meditar, pensar, proferir, pronunciar, quejar, responder, rugir, susurrar.
Por supuesto, uno podría pensar que cualquiera de esas palabras significa lo mismo.

Por ejemplo, leer en "voz baja", significa meditar.

Meditar es:

La meditación se caracteriza normalmente por tener algunos de estos rasgos:
* Concentrarse mentalmente y focalizar la atención en Dios
* Concentrarse mentalmente es la realidad del momento presente
* Focalización de la mente en un único tema de pensamiento

Por supuesto, existen un sinnúmero de conceptos relacionados con la meditación. Pero la que invita a hacer el Salmo 1 es la que tiene como objetivo la propia relación personal con Dios, y relacionar todo aspecto de la vida personal con lo que Dios enseña.

También encontramos que leer en "voz baja" significa imaginar.

Imaginar es:

1 Formar en la mente imágenes o representaciones de cosas o personas reales o irreales.
2 Considerar posible o probable una cosa, sin estar completamente seguro, a partir de ciertos indicios y señales. figurarse, suponer.

Y, por último, leer en "voz baja" significa pensar:
La capacidad de dar consideración seria y juiciosa a un asunto con conocimiento de causa y efecto, la formación de ideas, o las “ideas” que YHWH o su “corazón” se proponen realizar.

Así que, si tomamos todos estos conceptos, entendemos que "leer en voz baja" la Biblia implica leerla y pensar, leerla y detenerse a autoexaminarse y pensar en lo que se está leyendo, comparando lo que enseña el relato bíblico que se está leyendo con lo que uno cree saber. Porque, nota aparte, es muy importante no leer la Palabra de Dios para que refuerce mis ideas o creencias. Tener una mente abierta y sin prejuicios facilita aprender.

Es significativo que leer "en voz baja", también signifique imaginarse la Ley de YHWH.

Pongamos un ejemplo.

Los astronautas son entrenados en centros de simulación espacial. Allí ellos aprenden, como si se tratara de un videojuego, cómo operar y trabajar en el espacio, o específicamente en la misión que les corresponda. Eso les enseña a SER astronautas en la realidad, cuando ya estén en el espacio. Ellos se imaginan a sí mismos siendo astronautas en el espacio.

Algo similar debe suceder al leer la Biblia. Visualizar los relatos bíblicos, imaginarse los sucesos allí relatados, es determinante para aprender. Imaginarse uno a sí mismo como alguien que recibe el cumplimiento de las promesas de Dios.
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