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Sabio de Corazón: Administrar las Emociones


Como ciudad sin defensa y sin murallas,
es quien no sabe dominarse.


Proverbios 25:28
(BAD)




El proverbio bíblico citado hace un paralelo de dos situaciones similares:


Una ciudad sin murallas, no tiene cómo defenderse, y es fácilmente conquistada.


Es como un hombre o mujer que no sabe dominarse: es fácilmente conquistada o vencida, creándose problemas, o empeorando los que ya tiene. Esto crea un dilema.


Porque somos seres emocionales y reaccionamos emocionalmente a todo cuanto nos sucede.


La palabra emoción proviene de raíces grecolatinas: e-movere que quiere decir ir hacia, es decir, que lo que realmente nos mueve son las emociones.


La imagen de un barco en medio de la tormenta, muy bien puede compararse a cómo operan nuestras emociones. Somos como ese barco, que ante la reciedumbre de los vientos, somos golpeados por todas partes, mientras vemos cómo el agua entra inundándonos, conscientes de que en algún momento podemos zozobrar y finalmente hundirnos.


Los problemas de la vida a veces nos hacen sentir como ese barco en medio de un mar turbulento. Tal vez nos abrumen olas de ansiedad, desengaño y depresión que prueben hasta el límite qué somos realmente. Para capear el temporal y salir incólumes, también requerimos ayudas.


En tiempos antiguos, el que un barco y sus pasajeros superaran las turbulencias dependía de la destreza de la tripulación, así como de que la nave pudiera mantenerse entera.


No podemos contar con que nuestras emociones imperfectas y variables sean ese timón que nos sostenga y motive, sobre todo cuando los problemas tienen que ver con desengaños, frustraciones e inquietudes.


¿Cómo salir fortalecido en tiempos de crisis?


"Los tiempos difíciles pasan, pero los hombre fuertes permanecen"


En tiempos difíciles, hay algunos momentos en que nos debilitamos y corremos el peligro de sucumbir ante la tempestad. Pero no se debe ceder al temor. "Un mar calmado no hace buenos marineros", dicen popularmente.


Hay que crecerse ante la adversidad y mostrar de qué madera está forjado el corazón.

"Convierte las dificultades en ventajas"

Dale Carnegie


El administrar las emociones comienza por administrar los pensamientos. Estos pensamientos condicionan nuestras emociones y mientras uno NO controla sus emociones no podrá tener resultados positivos, lo que quiere decir es que emociones es igual a resultados.


Pensamientos = Emociones

Emociones = Resultados


Muchos individuos viven hoy bajo el influjo del síndrome Niágara. La vida es como un río donde los individuos flotan sin sentido. Flotan sin saber adonde quieren llegar, por eso no tardamos en sentirnos arrastrados por la corriente, por los acontecimientos, por los desafíos, por las circunstancias.


Cuando se flota sobre el agua no se decide conscientemente a dónde se va. Nos limitamos en dejarnos llevar por las circunstancias, por la corriente. Y por último nos encontramos totalmente fuera de control, flotando en un estado inconsciente hasta que de repente un día escuchamos el estruendo de las cataratas, pero para ese momento es demasiado tarde.


Sin duda no siempre uno ha tomado las mejores decisiones en la vida, sin embargo es importante estar consciente de que al margen de las decisiones buenas o malas que se tomen, hay que ser flexibles observando las consecuencias y aprendiendo de los errores para seguir adelante con ímpetu.


Los pensamientos que enraícen en el interior crecerán formando emociones. Si uno siente que se encuentra ante las cataratas y a punto de sucumbir, hay que cambiar la raíz del problema, cambiar los pensamientos y los resultados serán otros. Nunca ser una víctima, mejor convertirse en creador de circunstancias para salir del problema.


Si pienso que las cosas son terribles, que los problema no tienen solución (pensamiento negativo), entonces las emociones serán negativas: angustia y desesperanza (emociones limitantes), lo que llevaría a obtener resultados de la misma naturaleza.

Enfócate en lo POSITIVO y eso es lo que vas a recibir como resultado.


Piénsalo por un instante. Cuando te encuentres metido en un problema, tu mente empieza instintivamente por buscar respuestas de manera inconsciente y entonces te preguntas:


¿Por qué me sucede esto a mí? O le echamos la culpa a Dios ¿Por qué Dios me hace esto o no me da aquello? Con estas preguntas estamos bloqueando la mente inconsciente y simplemente nos convertimos en víctimas de las circunstancias o de Dios (¿?), pero no encontramos respuestas a nuestra problemática. Errar es humano, pero echarle la culpa a otras personas o a Dios !es una tontería!


Llorar está bien. Pero después de eso, no sirve de nada. Haz lo que tengas que hacer.

Lo que debes hacer ahora es cambiar la forma de realizarte preguntas, entendiendo que todas las respuestas están escondidas en tu interior, lo verdaderamente importante es entender que la manera en que realices estas preguntas, es que obtendrás respuestas y recursos de poder que te permitan evolucionar.


Cuando te encuentres en problemas pregúntate:


¿Para qué me puede servir este problema?

¿Qué puedo aprender de esta situación?


Posiblemente la respuesta en tu mente inconsciente pueda tardar algunos días o semanas en llegar, pero una vez que encuentres la respuesta en tu interior habrás crecido enormemente y evolucionado al siguiente nivel.


El dramaturgo William Saroyan dijo: “Las personas buenas lo son porque han adquirido sabiduría a través de los fracasos”. El éxito provee muy poca sabiduría, la adversidad es la mejor maestra.


¿Necesariamente hay que aprender a base de errores y equivocarse? No, porque la Biblia aconseja que:


Salmo 19:7-8


La ley de Jehová es perfecta, hace volver el alma. El recordatorio de Jehová es fidedigno, hace sabio al inexperto. 8 Las órdenes de Jehová son rectas, hacen regocijar el corazón; el mandamiento de Jehová es limpio, hace brillar los ojos.

Sí, el recordatorio de lo que aconseja Dios hace sabio al inexperto. La experiencia como maestra emocional está bien si uno aprende del error. Pero lo mejor es aprender directamente de parte de Jehová qué lleva al éxito.


Sin embargo, la adversidad puede sorprendernos dándonos las respuestas de cómo salir adelante. ¿Sabía que las hojuelas de maíz (Corn Flakes de Kellogs) surgieron de un descuido donde una olla de maíz hirvió toda la noche?


¿Cómo puedo tomar de inmediato el control de mi propia vida?

¿Qué puedo hacer hoy que represente una diferencia en mi vida?

El mejor consejo que te puedo dar para tomar control AHORA es CONFÍA EN DIOS. Él nunca se quedará callado ante tus plegarias.


Pon tu porvenir en manos del Señor, confía en él y déjalo actuar

Salmo 37:5


Encomienda a Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados
Proverbios 16:3


Isaac Newton era muy reservado y creyente. Se cuentan anécdotas de él muy curiosas como que de los años que fue miembro del Parlamento sólo pidió la palabra en una ocasión y fue para que cerraran una ventana por la que entraba corriente de aire.

Era un genio que marcó época con sus inventos o teorías, ¡ya quisiéramos algunos tener esa capacidad cerebral!


Pero lo que llama la atención es que creía en Dios, que manejaba la vida en la Tierra y en el Universo.


Actualmente el conflicto es el mismo: Confiar en Dios o No. La fe en Dios es algo espiritual, no requiere de lógica humana, ni siquiera de sentido común. Para algunas personas es mas fácil tomar un periódico y dejarse guiar por un horóscopo o consultar adivinos que leen cartas o las líneas de las manos, a creer que hay un Dios Todopoderoso al cual si venimos a Él con humildad nos responde y bendice.


Tu vida no depende de lo que diga el sol, la luna o las estrellas, depende solamente de dos cosas: de tus decisiones y de Dios.


Y tus decisiones dependen de aprender a administrar tus emociones.


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