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Jehová es mi Ayudante

Usted está manejando su carhttp://3.bp.blogspot.com/_66D_NDZpzZk/SxHRxmWZF_I/AAAAAAAABrM/StE_07bniwk/s1600/CONSUELO+DAME+EL+.B.MEGF.DOM.19+JULIO+2009.worship.jpgro. De repente, el carro se apaga. Con lo que sabe de mecánica y electroauto, revisa el encendido, la batería, o el alternador. Pero a pesar de lo que hace, el carro no enciende. Por fortuna, una persona se detiene, revisa el auto, y se ofrece amablemente a probar a ver si la batería necesita ser cargada. Se carga la batería, el auto enciende. Y usted, se siente agradecido, por la ayuda desinteresada de esta persona.


Entendemos bien lo que significa recibir apoyo y ayuda en tiempos de dificultad. Sin duda usted ha conocido ocasiones en que, en diversas circunstancias, y por diversas razones, está metido en circunstancias que lo dejaron deprimido o le hicieron sufrir. Y alguien le ayudó.


De Jehová Dios expresó el apóstol Pablo que "podemos tener buen ánimo y decir: Jehová es mi Ayudante".


Ahora bien, ¿qué mueve a Jehová a ayudarnos?


Un salmista cantó a Dios: “Oh den gracias a Jehová, porque él es bueno; porque su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido” (Sal. 107:1).


¿Qué es esta “bondad amorosa” de Jehová de la que se habla en el Salmo 107? Esta cualidad envuelve amor. Pero no es cualquier tipo de amor. Es uno que se interesa activamente en otros, en su bienestar.


“Bondad amorosa”, es una expresión traducida de la palabra hebrea jésedh. Significa que es una consideración motivada por el amor. Es interesante que un comentarista señale que jésedh “significa una actitud de Dios o del hombre que nace de la relación mutua,” y “denota ‘bondad’ o ‘ayuda’ que se recibe de un superior. . . . La principal connotación de jésedh es ‘amor leal’”.


Consideración amorosa, una actitud de ayuda, eso es lo que significa que Dios tenga bondad amorosa hacia alguien. No se trata de que Dios ayuda de forma fría, insensible, o por deber. No. Su ayuda es movida por amor, con interés en el bienestar nuestro.


Pero también hay fidelidad envuelta en la bondad amorosa de Dios. Así, la versión en inglés Revised Standard Version (Versión Normal Revisada) presenta a Salomón diciendo que Dios ha “mostrado grande y constante amor [o, “bondad amorosa”] a David mi padre.”—2 Cró. 1:8; compare con 2 Samuel 9:1-7.


Entonces, la bondad amorosa de Jehová no es una cosa casual como pudiera ser el favor de una persona caprichosa, o de alguien que nos ayuda porque nos va a cobrar después el favor. Más bien, hay solidaridad y lealtad inherentes en la bondad amorosa, o amor leal, que Jehová demuestra hacia nosotros.


Esta cualidad le es preciosa a Jehová, es algo que él se complace en desplegar, en particular para con los individuos fieles. También debería ser preciosa para los que reciben tal bondad. Bien pudo escribir David: “¡Cuán preciosa es tu bondad amorosa, oh Dios! Y en la sombra de tus alas los hijos de los hombres mismos se refugian.”—Sal. 36:7.


Un Principio Fundamental del Universo es que para cada acción hay una reacción igual y contraria. Sin embargo, esto no sucede automáticamente en asuntos espirituales. Cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿Cómo respondo yo a los despliegues de bondad amorosa de Dios hacia mi vida? A muchos quizás les parezca difícil contestar esa pregunta, porque la expresión “bondad amorosa” puede parecer algo abstracta. Sin embargo, ¿ha reflexionado usted alguna vez en ejemplos concretos de cómo le ha afectado la bondad amorosa de Dios? El hacer esto puede profundizar en gran manera su aprecio a esta bondad amorosa, y acercarlo más a él.


Quizás uno se pregunta cómo Jehová ha demostrado esa bondad amorosa o amor leal hacia nosotros. Recordemos que Jesús dijo que Dios hace que salga el Sol y haya lluvia para todos, eso quiere decir que todo el mundo se beneficia de la bondad de Dios. El apóstol Pablo pudo decir a las personas no creyentes de Listra que Dios “no se dejó a sí mismo sin testimonio por cuanto hizo bien, dándoles lluvias desde el cielo y épocas fructíferas, llenando sus corazones por completo de alimento y de alegría” (Hech. 14:17).


¿Cómo Dios muestra bondad amorosa hoy día?


Hoy día existen problemas reales, de los que no parecen haber solución. La bondad amorosa de Dios hoy día se demuestra por medio de ayudarnos a ser capaces de percibir que, en medio de tantas crisis y problemas, hay consuelo de parte de Dios. La Providencia Divina se manifiesta de formas inimaginables, sea que sucede en lo económico, o en nuestras emociones.


Si en momentos de crisis emocionales, alguien nos brinda unas palabras de ánimo y guía, o si leemos información que nos da claves para ayudarnos en una situación dada, no es casualidad. Es Dios, mostrando bondad amorosa.


Si en momentos de escasez económica, hay un dinero extra, o hay oportunidades de recibir dinero que nos ayuda en nuestra situación, no es casualidad. Es Dios, mostrando su bondad amorosa.


Si estamos tratando de mejorar una relación personal que nos preocupa, sea con la pareja, con los padres o con los hijos, y las cosas empiezan a mejorar, esa es otra muestra de la bondad amorosa de Dios.


En la Biblia tenemos un ejemplo de cómo una mujer recibió bondad amorosa de parte de Dios. Fue Rut.


En el momento en que Rut tuvo que decidir si se iba a Moab, a vivir su vida lejos de lo que aprendió de Dios, o si se quedaba con su suegra Noemí, esta, mujer de fe, le declaró a Rut y a Orpá:


""Por fin Noemí dijo a sus dos nueras: “Anden, vuélvanse, cada una a la casa de su madre. Que Jehová ejerza bondad amorosa para con ustedes, así como ustedes la han ejercido para con los hombres ya muertos y para conmigo. 9 Que Jehová les haga una dádiva, y de veras hallen un lugar de descanso, cada cual en la casa de su esposo""
Rut 1:8-9


De estas palabras notamos que Noemí bendice a Rut, invocando la bondad amorosa sobre Rut, como una mujer que mostró bondad amorosa a su esposo ya muerto y a su suegra. Aunque estas palabras eran para Rut y Orpá, Rut siguió al lado de Noemí, adorando a Dios. El libro de Rut muestra cómo estas palabras de Noemí sobre Rut se cumplieron, puesto que Rut se casó con Boaz, y tuvo un hijo llamado Obed, que fue abuelo de David. Además, Rut aparece como antepasado de Jesucristo.


Esto nos indica que, si tratamos con favor y consideración a otras personas, eso opera invocando el Principio de acción y reacción, descrito arriba. Es Jehová el que no olvida ni es injusto para ignorar los esfuerzos que hacemos por actuar con bondad amorosa y consideración hacia otros.


Que al actuar así trae su propia recompensa, lo muestra Jesucristo en la parábola de las ovejas y las cabras. ¿Cuál es la base sobre la cual se determina quién es oveja o quién es cabra? Es sobre la base de lo que se hizo o no se hizo a los llamados más pequeños, de los hermanos de Cristo. ¿Quiénes serían los hermanos más pequeños de Cristo?


No podemos especular sobre quiénes son, pero el principio que subyace es clave: al grado al que se mostró bondad amorosa o consideración a otras personas, es como si se la hubiéramos hecho a Cristo mismo.


Hay personas menos favorecidas en nuestra sociedades, y se reconoce que no está en nuestro poder ayudarles a todos. Pero el no tratarlos como parias, o renegados de la sociedad, es algo que Dios observa en los Cielos, y lo cuenta como actos que obran a nuestro favor. Dijo Jesús que lo que yo quería que me hicieran, debía hacerlo a otros. A nadie le gustaría que le excluyan de su familia, de su círculo de amigos, o le traten como una persona "indeseable". Por supuesto, todo depende de las circunstancias, pero entendemos que hay acción y reacción. Lo bueno que hacemos, se nos devuelve.


A veces cuando pensamos en cómo Dios nos ayuda, debemos tener presente que nosotros, y nuestra acción positiva a favor de otros, puede ser ese acto de bondad amorosa de parte de Dios hacia otra persona. Que retorna a nosotros a nuestro favor.


No importa qué situación, condición o problema tengamos ahora. Si buscamos la ayuda de Dios, Él nos la dará, y la hará ejercer para nuestro bien. ¿Cómo lo hará y cuándo? Sólo Dios lo sabe, pero podemos asegurar que Su bondad amorosa actúa si permitimos que Jehová sea nuestro Ayudante. Que Jehová sea nuestro Ayudante implica buscar Su ayuda, actuar con fe en lo que haya que hacer, porque siempre hay algo que podamos hacer, y dejar que Dios haga lo que Él en Su voluntad y Providencia determine hacer.
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