Jesús unge nuestros ojos con colirio
La imagen de Jesús en al Apocalipsis, es una imagen que se
manifiesta en diferentes funciones. Una de ellas, indica su papel como
responsable de la fe de sus seguidores. Por esa razón, dirigió mensajes a las 7
iglesias, de Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.
Eran tiempos del Imperio Romano, en los que dominaban las persecuciones contra
los cristianos, divisiones, influencia malsana del paganismo, entre otros
males.
Jesús era consciente de la situación de sus discípulos, así
como sucede en estos tiempos. Hay una serie de situaciones que vivimos en
nuestros tiempos que ponen a prueba la fe en Cristo que uno pueda tener. Por
ejemplo, los asuntos económicos.
En tiempos actuales, el escenario económico en los diversos
países es variopinto. Independientemente del país o el lugar donde uno viva,
puede haber alto costo de la vida, desempleo, dificultades para acceder a la
adquisición de vivienda, vehículo, u otros artículos de primera necesidad.
Pero, también está el otro lado de la moneda. Hay personas
que están prosperando, progresando económicamente. Su situación financiera ha
mejorado. Las cuentas bancarias aumentan, la calidad de vida es mejor.
Indudablemente, es mejor estar en una buena condición
económica que en una de escasez. Sacar una familia adelante, brindándole lo
mejor, comodidades, es el deseo y aspiración de todo padre o madre. Sin
embargo, hay un peligro.
Jesús lo dijo así:
Porque dices: "Soy
rico, me he enriquecido y de nada
tengo necesidad"; y no sabes que eres un miserable y digno de lástima, y
pobre, ciego y desnudo, te aconsejo que
de mí compres oro refinado por fuego para que te hagas rico, y vestiduras
blancas para que te vistas y no se manifieste la vergüenza de tu desnudez, y
colirio para ungir tus ojos para que puedas ver.
Apocalipsis 3:17, 18
El problema que señalaba Jesús no era el de ser rico, o de
haber mejorado su condición económica. Era el de creer que ya no tenían
necesidad de Dios, de pensar que con sólo tener dinero y posesiones, era
suficiente. Para Jesús, los creyentes de Laodicea eran pobres, desnudos, y
ciegos.
En estos tiempos, para un creyente que tenga solvencia
económica y su condición económica sea pudiente, es un peligro perder de vista
lo esencial de lo más importante. Llama la atención el hecho de que el mensaje
predominante de muchos renombrados “pastores” o líderes “cristianos”, se
enfoque únicamente en la prosperidad, los negocios, y la bendición económica,
mientras que se ignora la necesidad de poner en primer lugar a Dios y lo
espiritual.
¿Es malo ser rico? No. El punto focal de las palabras de
Jesús apunta a quienes que, creyéndose autosuficientes, porque tienen dinero,
piensan que no necesitan a Dios. Por esta razón, Jesús invita a permitir que los ojos sean ungidos con pomada para los ojos.
Esa pomada para los ojos, es colirio, permite poder ver. Ser capaces de quitarse la ceguera, en este caso, ceguera espiritual. Jesús está dispuesto a ayudarnos a no ser ciegos en sentido espiritual, sino a ser capaces de poder ver, darnos cuenta de que lo material, es secundario, y que el amor y la protección de Dios sobre nuestras vidas debe estar en primer lugar. Jesús previene contra la tibieza, la falta de resolución y firmeza para hacer la voluntad de Dios, y el sentimiento de creer que no se necesita a Dios.
La pureza y la belleza del mensaje de Jesús trasciende cualquier época, y se dirige a obtener del creyente lo mejor. No se centra en lo temporal, sino en lo eterno. Jesucristo conoce el poder transitorio de las riquezas, y la sensación de poder que generan. Por ello insiste en su mensaje en poder "ver", en tener visión espiritual, que permita potenciar la relación con Dios y consigo mismo.