Cómo nos ayudan los ángeles de Dios
Los ángeles siempre han sido eso: ángeles. No fueron alguna vez humanos que murieron y se convirtieron en ángeles, pues Dios los creó incluso antes de crear a la Tierra. Cuando Dios ‘fundó la Tierra, todos los hijos angélicos de Dios aplaudieron alabando a YHWH (Job 38:4-7).
Los ángeles son espíritus, invisibles, poderosos e inteligentes, con criterio propio. Una de las funciones de los ángeles es la de ser mensajeros de Dios. Como por ejemplo, Gabriel, que anunció a María el nacimiento de Jesús
Los mensajes angélicos estaban en conformidad con el cumplimiento del propósito de Dios, no necesariamente del de los seres humanos implicados. Los ángeles aparecieron como representantes de Dios de acuerdo con Su voluntad y horario. Los seres humanos no los llamaron.
Los ángeles en tiempos bíblicos ayudaron a personas involucradas en el propósito divino. Vale la pregunta de si los ángeles de Dios nos ayudan, y si lo hacen, cómo lo hacen.
Queda claro que la ayuda que brindan los ángeles, no tiene como protagonistas a estos seres espirituales. Es YHWH, el Dios Altísimo, Quien nos ayuda (Salmo 121:1). Es la ayuda y apoyo divinos lo que debemos buscar, y eso lo enseñó Jesús.
Ahora bien, el Padre, en Su cuidado providencial, puede responder nuestras oraciones enviando a sus ángeles para darnos ayuda. Por ejemplo, los ángeles pueden ayudarnos a ver nuestra situación desde la perspectiva correcta. También, pueden contribuir al giro o cambio de una situación, para que se torne favorable. Es imposible enumerar las formas en las que los ángeles nos ayudan, en respuesta a nuestras oraciones a YHWH en el nombre de Jesucristo, pero lo que sí queda claro es que la ayuda de Dios siempre está disponible, y Él la provee de la forma que lo disponga, y si eso incluye a ángeles, bien puede hacerlo.
Jesucristo enseñó: “Cuando ores, entra en tu cuarto privado y, después de cerrar tu puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre’” (Mateo 6:6, 9). Las Escrituras son claras: no debemos acudir ni orar a los ángeles, sino dirigirnos en oración al Creador de estos, a Dios mismo.
YHWH, Jehová, o Yahvé, nunca está demasiado ocupado para escucharnos si le oramos de manera apropiada. La Biblia nos asegura: “En cuanto a Jehová, sus ojos recorren por toda la tierra para mostrar su fuerza a favor de aquellos cuyo corazón es completo para con él” (2 Crónicas 16:9).
