El Anti-Profeta
Yin/Yang. Los opuestos. La interacción
de 2 fuerzas opuestas: Yin / Yang.
¿Qué representan?
Yin
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Yang
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Oscuro
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Claro
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Negativo
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Positivo
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Femenino
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Masculino
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Luna
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Sol
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El Principio de Polaridad,
expresado mediante el concepto del Yin/Yang, manifiesta la verdad de que todas
las cosas tienen 2 lados, 2 aspectos, en resumen: 2 Polos.
¿Es cierto esto? Hay que
reconocer, con mente abierta, que las cosas son y no son, o que toda verdad que
damos como tal no es sino una media-verdad.
Si hablamos de un Profeta,
en el sentido bíblico de lo que es un Profeta, sabemos que el Profeta es ante todo, el portavoz de Jehová. “El Señor Soberano Jehová no hará ni una sola cosa, a menos que lo haya revelado,
a sus siervos los Profetas”,
puntualiza el Profeta Amós, en Amós 3:7.
Dios es discreto, pero no
secretista. Es decir, que en un momento que Él estima conveniente, revela
cosas, las da a conocer, a los Profetas.
Esa es la constante que hallamos en la Biblia. Por ejemplo, Dios anunció cuándo ocurriría el Diluvio: 120 años más, y ya no existiría esa sociedad
humana, que cohabitaba con los ángeles materializados en hombres, sus mujeres e
hijos, los Nefilim. Aquella sociedad modélica, ese proyecto de levantar y hacer
permanecer una gran civilización Humana, con adelantos científicos y
tecnológicos, que harían quedar en pañales a los nuestros, llamada Atlántida, dejaría de existir en… 120
años más.
¿Es posible imaginarse a una
sociedad Humana, más cercana a un genoma perfecto, con más potencialidades de
desarrollo y progreso, siendo instruida directamente por una fuente de
sabiduría sobrehumana –los ángeles materializados?
En tiempos antediluvianos (antes
de 2.370 a. C., fecha del Diluvio), todos hablaban el mismo idioma: el hebreo que hablaron Adán, Eva, Caín,
Abel y Enoc. El esfuerzo colectivo de hombres y mujeres bien dispuestos, entrenados
por los nuevos “líderes” del mundo: Satanás y sus ángeles materializados, que
tenían sus propias familias, buscaban crear una sociedad Humana estable,
progresista, con conocimientos adelantados en áreas como las Ciencias y las
Artes. El sueño “dorado” de esos seres espirituales que dejaron su lugar en los
Cielos para vivir como humanos en la Tierra era la creación de una Sociedad en
la que ellos y sus familias dominaran, mostrándole a Dios en Su cara que,
después de todo, sí era posible que la Humanidad alejada de Dios encontrara su
eternidad perdida. Y ellos harían posible que sus proyectos fructificaran.
Noé, aquel hombre sencillo, a
quien Dios declaró que destruiría a aquella corrupta y violenta sociedad
humana/demoníaca, fue un Anti-Profeta para
aquellos seres. ¿Por qué?
Pensémoslo. La sociedad Humana
estaba en su esplendor. Artes, música, ciencias, conocimientos, tecnología,
todo eso, estaba floreciendo, por el hombre y para el beneficio de la Humanidad. La Tierra parecería, a los ojos de
aquellas personas del tiempo de Noé un “jardín de Edén” hecho realidad en la
Atlántida, Lemuria, y otras ciudades-estado de menor envergadura, que estaban
haciendo progresos. Y entonces aparecía Noé, no con el estilo punzante y mordaz
de Enoc, bisabuelo de Noé, a quien Dios “tomó”, anunciando que su tan adorado
mundo, tenía fecha de vencimiento, pues en 120 años acabaría.
Noé era el Anti-Profeta
para ellos, porque sus anuncios de parte de Jehová sobre aquel mundo tan
avanzado, de que sería destruido, era, sencillamente, una locura. ¿Cómo podría
Jehová, destruir lo que parecía contar con Su apoyo?
Si Satanás engañó a Eva, con
argumentos bien estructurados y lógicos, para que creyera que al comer del
árbol del conocimiento del Bien y el Mal, sería como Dios, ¿qué podemos decir de
sus argumentos para convencer a otros ángeles, a hombres y
mujeres, de que su proyecto de construir a una Sociedad Humana “como” Dios
tendría éxito? ¿No pensaría uno, al ver aquellos edificios altos, aquellas
construcciones, esos avances científicos y tecnológicos que, después de todo,
él, Satanás el Diablo, tenía razón? ¿Quién en su sano juicio,
podría negar su éxito, al ver a Atlántida, Lemuria y Babilonia, por citar
ejemplos, como exponentes de que su gobernación sobre la
Humanidad era la mejor?
Noé, su esposa, y sus 3 hijos y
nueras, parecería, ante los ojos de esas personas, un ser retrógrado, estrecho
de miras, anti-Humanidad. ¿Cómo podría Dios acabarlos con un Diluvio, si nunca
había llovido? Imposible.
El Anti-Profeta,
y Noé es ejemplo de ello, parece ser el “malo” de la historia. Parece estar
en contra de lo que es bueno para la Humanidad, el
progreso, en suma, el polo opuesto de la realidad presente. Y la realidad presente de los días de Noé,
era que la Humanidad estaba muy bien, y anuncios de “fin del mundo”, eran la cosa
más absurda que podría haber.
Y es que se supone que un Profeta, un portavoz de Jehová, va a venir a hablar de amor, de paz, su habla es para el
Bien de la gente, es la persona que va a decirle a la gente que todo está bien,
que Dios la ama, la quiere rica, próspera, bendecida, y frases por el estilo.
Que Jehová es la Fuente de todo
verdadero Bien es cierto. Y si Dios es Amor, esas son las cosas que están
dentro de las palabras de un Profeta, o quien diga serlo. Pero el compromiso
del Profeta es hablarnos lo que sea la Voluntad y Visión de Dios sobre los
asuntos.
Y en esto Jesús el Cristo es el
ejemplo mayor. Él es el Profeta que
sería mayor que Moisés. Nos enseñó que “de tal manera amó Dios al mundo, que
dio a Su Hijo el Unigénito, para que cualquiera que en Él ejerza fe, tenga vida
eterna”. Leer esto y tenerlo presente, es maravilloso, nos conecta con la
esencia divina del amor del Padre, que es amor. Pero cuando Jesucristo habla
sobre la Presencia del Hijo del Hombre, y relata fenómenos escalofriantes como
el Sol oscurecido, la aparición de falsos Cristos y profetas, y que los días de
dicha Presencia serían como los de Noé, parece que esa parte de Su mensaje no
es agradable. De hecho, es un mensaje ignorado por muchos que toman el púlpito
o atril de lugares “de adoración” para hablar de cosas más “agradables”: la
familia, las relaciones, Dios te quiere rico, en victoria, próspero y bendecido,
los progresos en la construcción de lugares de “reunión”, y la expansión del
evangelio.
Jesucristo dijo que Él había
venido para poner la “espada” en la Tierra. Eso puede sonar “imposible”, de
parte de una persona que dio Su vida por la Humanidad. Recordemos que
Jesucristo es el Portavoz de Jehová, quien nos revela Su voluntad, sea cual sea
esta.
El Anti-Profeta
en resumen, es aquella persona que dice lo que Dios le indica, y que parece contrario, a las opiniones
y expectativas de las personas en general, que, cómodamente, catalogan de malo
o negativo, o satánico, todo aquello que no encaje en su esquema de creencias
preconcebidas. ¿Ejemplos? Quién mejor que Jeshua,
el Maestro de Galilea, que habló de amor, de paz, pero que también declaró que
habría un “fin del orden de cosas”.