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Yo soy la Resurrección y la Vida: Jesucristo

Jesús estaba en la recta final de su ministerio. Faltaba poco para que se desencadenaran los sucesos que llevarían a su ejecución y muerte. Mientras tanto, estaba en las aldeas de Perea, al este del Jordán. Estaba enseñando, cuando le avisan que Lázaro, un amigo suyo, y hermano de María y Marta, está enfermo. Lázaro, María y Marta, son 3 hermanos que han ejercido fe en Jesús, y las hermanas al ver a Lázaro enfermo, no vacilan en avisar a Jesús que su querido amigo está grave.

Jesús contesta: 
-Esta enfermedad no tiene a la muerte como objeto, sino que es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios se glorifique mediante ella

Pasan 2 días, y Jesús informa: “Nuestro amigo Lázaro está descansando, pero yo me voy allá para despertarlo del sueño”. Los discípulos piensan que Lázaro está durmiendo, y que está recuperándose. Por eso responden: “Señor, si está descansando, recobrará entonces la salud”.

Jesús les dice: “Lázaro ha muerto, y me alegro de que yo no haya estado allí, a fin de que ustedes crean. Pero vamos a él”.

Para Jesús, Lázaro está "durmiendo". Sí, Lázaro ha muerto, y Jesús lo sabe, pero Él dice que está durmiendo y que Él va a despertarlo del "sueño". Estas palabras nos hacen reflexionar sobre lo que es la muerte y en qué condición están los muertos. Si nos interesa conocer detalles sobre la vida, saber qué es la muerte y qué sucede con quienes han muerto, es parte de la necesidad espiritual y existencial del ser humano.


Las palabras de Jesús de que Lázaro, un muerto, está "durmiendo", transmiten la idea de que la muerte es un estado de inconsciencia, puesto que todos al dormir estamos inconscientes, no tenemos consciencia de lo que sucede alrededor nuestro. Esta declaración de Jesús no es un eufemismo, Él no está "endulzando" la realidad de la muerte, simplemente expresó en qué condición estaba Lázaro, y las personas muertas en general. ¿Era nueva la idea de que las personas muertas estaban "dormidas"? No, esa idea no era desconocida para los apóstoles, judíos, en el Siglo I. Si ellos no hubieran entendido lo que quiso decir Jesús cuando dijo que Lázaro estaba muerto, "durmiendo" en un sueño del que iba a despertarlo, le habrían preguntado sobre lo que significaban Sus palabras, pero el evangelio de Juan muestra que ellos captaron perfectamente lo que dijo el Maestro.

Que los muertos estaban en una condición de "dormidos", lo expresó David, en el Salmo 13:3:

Mírame, sí. Respóndeme, oh Jehová, Dios mío. Haz que brillen mis ojos, sí, para que no me duerma en la muerte.

De hecho, Jesús, antes de resucitar a la hija de Jairo, quien ya había muerto, declaró que ella, la muchachita, no ha muerto, sino que "duerme". La gente se rió, porque no entendía lo que quiso decir Jesús (Mateo 9:24). Él no negó la condición de muerta de la niñita, sólo que la enfocó desde la perspectiva de una persona que está dormida, lista para ser despertada de su sueño.



Pero, si una persona al morir, está "dormida", inconsciente de nada en absoluto, ¿qué se puede decir de las experiencias al umbral de la muerte? Se ha comprobado que en casos de estar al borde de la muerte, la mente humana accede a unos estados de consciencia excepcionales. Por ejemplo, la circunvolución angular del hemisferio derecho del cerebro, se estimula al estar a punto de morir, y se genera la sensación de que una persona abandona su cuerpo y lo observaba desde arriba. Esta zona del cerebro coordina la percepción visual del cuerpo con la información sensorial de ubicación. Es decir, esta zona del cerebro indica la relación espacio-temporal en la que estamos ubicados, y se altera en algunos casos al estimularse de manera importante ante situaciones límite, y estar al borde de la muerte, sin duda es una de esas experiencias límites. 

Vale la pena acotar que hay personas que han estado en una cama de hospital siendo "resucitados" por medio de shocks eléctricos. ¿Qué efecto combinado tiene esto en la mente humana? Ver una luz blanca brillante, estar al umbral del Cielo, ver a Jesús, todo es posible... si se está en un estado alterado de consciencia en una situación al borde de la muerte. Todos los que han vivido experiencias al borde de la muerte describen fenómenos como una sensación de paz, separación del cuerpo, ingreso en el túnel, visión de la luz e ingreso en la luz. Estas experiencias son similares a las alucinaciones inducidas por drogas, donde aparecen formas como el túnel, el espiral, la trama o red cristalina y la telaraña, descritas por Heinrich Klüver en 1930 y profundizadas por Ronald Siegel en la década de los 70. Para ellos, los patrones repetitivos reportados podían ser moldeados por el recuerdo de casos similares que los "resucitados" pudieron haber leído o escuchado en los medios.

En contra de lo que se cree, no hace falta haber estado al borde de la muerte para pasar por la experiencia: ha sido descrita por personas que han tomado ciertas drogas, estaban muy cansadas o estaban llevando sus actividades ordinarias. Lo mismo sucede con el túnel: “Esta visión -escribe Blackmore- puede ser experimentada en la epilepsia y la migraña, al quedarse dormido, al meditar o simplemente al relajarse, aplicando presión en ambos globos oculares y con ciertas drogas como LSD, psilocibina o mescalina”. 

Tenemos claro que la mente humana y el funcionamiento del cerebro en situaciones de estrés y al borde de la muerte son tema hoy día de especulación, imaginación, explotados para crear una fábrica de ilusiones. Nadie mejor que Jesús para aclararnos que los muertos están en un estado de inconsciencia, como si estuvieran "durmiendo". Sin actividad cerebral consciente, sin existencia. Y en esto las personas que han muerto son diferentes de las que han vivido experiencias cercanas a la muerte, puesto que todo lo que describen haber visto, son el reflejo de una actividad cerebral plenamente consciente, en la que se forman imágenes y situaciones alucinatorias vívidas y de gran realismo, al punto de que las personas al "revivir", muchas de ellas, cambian por completo su vida.



Lázaro estaba muerto, "durmiendo". Cuando, 4 días después de enterrado, Jesús lo resucita, llama la atención de que Lázaro no describe haber visto un túnel, una luz, o una sensación de paz. Estaba envuelto en bandas de tela. "Desátenlo y déjenlo ir", fue lo que dijo Jesús. Nadie le preguntó a Lázaro "hey, viste una luz, qué sentiste, qué viste en el más allá". ¿Por qué? Porque nadie creía que Lázaro estaba vivo, consciente en algún lugar. Estaba muerto, inexistente, y volvió a la vida.

Antes de resucitar a Lázaro, Jesús habló con Marta, la hermana de Lázaro, sobre su fe en la resurrección (Juan 11:23-27):  

Jesús le dijo: 
-Tu hermano resucitará. 

Marta le dijo: 
-Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final. 

Le dijo Jesús: 

-Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? 

Le dijo: 
-Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios,que has venido al mundo.


Marta creía en una resurrección, en un período de tiempo especial: el Día Final, o el Último Día. ¿De dónde sacó Marta esa creencia? En Isaías 25:8 se predice: 

Destruirá a la muerte para siempre, y enjugará Jehová el Señor las lágrimas de todos los rostros y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra, porque Jehová lo ha dicho.

Y al profeta Daniel, el ángel le informa (Daniel 12:13): 


En cuanto a ti, tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.
 

Marta creía en un Día o período bendito en el que Jehová daría la vida nuevamente a las personas que habían muerto. Jesús expresó una verdad contundente sobre cómo el Padre ve a las personas a las que devolverá la vida:


Mas concerniente a los muertos, de que son levantados, ¿no leyeron en el libro de Moisés, en el relato acerca de la zarza, cómo Dios le dijo: ‘Yo soy el Dios de Abrahán y Dios de Isaac y Dios de Jacob’? 

¡Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos! Así que ustedes están muy equivocados, por no conocer ni las Escrituras ni e poder de Dios. 

¿Cómo entender esto? Jesús respondía a los saduceos, quienes no creían en la resurrección de los muertos. Y Jesús les dijo que para Jehová, desde su punto de vista, quienes han muerto, están vivos, en su Mente Suprema y Absoluta, guardando en Su Memoria todo lo que fue la vida de la persona, su estado de consciencia para darle existencia, con un nuevo cuerpo físico.

Cuando Jesús habló a Marta, Marta demostró que tenía fe en que Jehová había establecido un día futuro en el que las personas volverían a la vida en la Tierra, con un estado de existencia humana. Pero el Maestro añadió algo a la fe de Marta: la fe en Él como la Resurrección y la Vida.

Eso era una novedad para Marta. Sí, Marta y los demás judíos, tenían claro que habría un Día de Resurrección, pero, ¿qué papel desempeñaría Cristo Jesús en el cumplimiento de ese propósito? Él es la Resurrección y la Vida. ¿Qué significa eso?

Ya Jesús, antes en su ministerio, había expresado esta verdad (Juan 6:38-40): 

He descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y la voluntad del Padre, que me envió, es que no pierda yo nada de todo lo que él me da, sino que lo resucite en el día final

Y esta es la voluntad del que me ha enviado: que todo aquel que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día final.

La voluntad del Padre era clara: por medio de Jesucristo, Dios daría vida eterna y resurrección. Si esa declaración era impactante, cuánto más lo era esta de que habrían personas que ejercían fe en Jesús que "no morirían jamás". 

Jesús dijo de sí mismo que era la Resurrección y la Vida, puesto que por medio de Él se otroga Vida, vida eterna y Resurrección para quienes han muerto, haciendo que vuelvan a existir, según el estado de existencia que sea la voluntad de Dios para la persona.

Es un hecho que la Resurrección de Jesucristo es la base de la fe cristiana. Si Jesús no resucitó, nuestra fe es en vano, dijo Pablo a los Corintios. Jesús transitó la Vida, la Muerte y la Resurrección. Con propiedad Él es la Resurrección y la Vida. Jesús demostró Su poder sobre la muerte al resucitar al hijo de la viuda de Naín, a la hija de Jairo y a Lázaro. Por cierto que, la resurrección de Lázaro fue tan impactante que produjo la declaración del Sumo Sacerdote Caifás de que era beneficioso para la nación judía que un solo hombre (Jesús) muriera en favor del bienestar de la nación. Muchos se hicieron seguidores de Jesús al ver a Lázaro resucitado, y su fama se extendió.





Al morir Jesús, Él dejó de existir como un Ser Vivo consciente. Estaba "dormido" en su tumba. ¿Quién le resucitó? ¿Quién le despertó del sueño de la muerte, dándole un nuevo estado de existencia? Jehová, quien es la Fuente de la Vida, le resucitó, por eso Jesús es el "único" que tiene inmortalidad, por ser resucitado directamente por el Padre. Para la Humanidad, la Resurrección y la Vida son posibles por medio de Jesús. 


La exhortación de Jesús a cada uno de nosotros, al igual que lo hizo con Marta es decirnos:


"Yo Soy la Resurrección y la Vida. El que ejerce fe en mí y muere, llegará a vivir, y quien vive, no morirá jamás. ¿Crees tú esto?"
 
 

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