YHWH, Único Dios Verdadero
Tomado de http://www.rejesus.co.uk/site/module/the_passion/P2/ |
Era la noche más importante de toda su vida. De hecho, fue su última
noche de vida en la Tierra. Acababa de celebrar la Pascua, e instituir la
Celebración de la Cena del Señor. Y era
el momento de dar las últimas instrucciones a sus discípulos. ¿Qué hacer? Orar.
Jesucristo había orado siempre, y había enseñado a orar. Mientras se
bautizaba, antes de escoger a sus 12 apóstoles, y durante la transfiguración,
eran momentos de orar. ¿A quién oraba Jesús? No oraba hacia sí mismo.
Oraba a una Persona Real, Existente, Viva, Única.
En Juan 17:3 podemos leer a Quién oraba Jesús:
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero,
y a Jesucristo, a quien has enviado.
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
El Único Dios Verdadero.
¿A Quién reconocía Jesús como el Único Dios Verdadero?
A ese Ser al que reconocía Jesús como Único Dios, era el mismo al que
llamó "Padre" más de 170 veces en los Evangelios.
Jesucristo relacionó la vida eterna, con la adquicisión de conocimiento.
¿De qué tipo? El conocimiento de Dios. "Nadie conoce plenamente al Padre
sino el Hijo, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y cualquiera a quien el
Hijo quiera revelarlo", lo que quiere decir que el conocimiento sobre el
Padre y el Hijo puede ser un conocimiento teórico, superficial, o un
conocimiento espiritual, revelado, y profundo (Léase Mateo 11:27).
Para Jesús, YHWH, Aquel señalado por nombre en el famoso Tetragrámmaton,
es el Único Dios Verdadero. Así se revela de manera consistente en las
Escrituras. Este Dios, YHWH, es el Poseedor de la Divinidad.
YHWH es el Espíritu Supremo, Creador , Alfa y Omega, Todopoderoso. Su
eternidad, grandeza y majestad se manifiestan en Su creación (Romanos 1:20).
Dijo Jesús que es el Padre celestial, que satisface, sostiene y sustenta, a
toda Su creación, independientemente de las circunstancias que rodeen a cada
criatura.
Es un Ser que merece temor reverente. Sólo YHWH puede,
en Su infinito Poder, crear y re-crear. Dios no necesita consejo, pedir permiso, consultar con alguien. Sabemos
que lo hace (Léase el relato de cómo un ángel dio sugerencias de cómo manejar
un asunto en 1 Reyes 22:19-23). Pero, ¿le hace falta? Sabemos que no.
No importa cuántos seres humanos hayan vivido en la Tierra. Algunos creen
que se trata de más de 25 mil millones de seres humanos que han vivido en este
planeta. Pero todos juntos, somos, ante los ojos de Dios, como si fuéramos una
gota en un cubo de agua, o una leve capa de polvo en una balanza.
¿Es esto degradante? No. Es una evidencia de qué somos nosotros, y Quién
es Dios.
A pesar de las cosas que suceden en la Tierra, o de cómo actuamos, YHWH nunca ha dejado de ser el Dios del Universo. Ni de tener bajo Su Soberanía los
asuntos en la Tierra. Ciertamente, no entendemos o captamos de lleno algunos
asuntos de cómo, a lo largo de la historia, Dios ha manejado los asuntos.
Tendemos a cuestionar a Dios, por asuntos como la existencia del mal, del
sufrimiento, o de por qué no sabemos ciertas interpretaciones proféticas.
A Nabucodonosor, un rey de la antigüedad, Dios le enseñó una inolvidable
lección. Al recuperar la cordura tras 7 años de locura, de vivir en medio de
animales, expuesto a la intemperie de lluvia y sol, Nabucodonosor realizó una
de las declaraciones más claras y contundentes sobre cómo nosotros, los seres
humanos, debemos ver a Dios:
34Pero al fin de los días, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo, y
recobré mi razón, y bendije al Altísimo y alabé y glorifiqué al que vive para
siempre;
porque su dominio es un
dominio eterno,
y su reino permanece de
generación en generación.
35Y todos los habitantes de la
tierra son considerados como nada,
mas El actúa conforme a su
voluntad en el ejército del cielo
y entre los habitantes de
la tierra;
nadie puede detener su
mano,
ni decirle: "¿Qué has
hecho?"
Daniel 4:34, 35
Nabucodonosor alzó sus ojos al cielo. Recobró su razón, y en ese momento,
bendijo al Altísimo, lo alabó y glorificó como el Eterno. Reconoció Su dominio
universal, y Su reino, que permanece para siempre.
Y es que Nabucodonosor entendió que YHWH actúa según Su voluntad, con
respecto a las criaturas espirituales (el ejército del cielo) y a los
habitantes de la Tierra, y nadie, ni en Cielo o Tierra, puede detener la Mano
Poderosa de YHWH, o interrogarle o cuestionarle con un ¿qué has hecho?
Alzar los ojos al cielo, alabar, bendecir, glorificar, el dar gracias a
Dios, sentir temor reverente, son algunas de las actitudes espirituales que
distinguen a quienes verdaderamente reconocen a YHWH como el Único Dios
Verdadero. "Adorar al Padre con espíritu y verdad", dijo Jesús a una
mujer samaritana, señalándole que Dios no necesitaba ni un Templo en Jerusalén,
o un lugar geográfico que le identificara. El Padre busca a los que estén
dispuestos a adorarle con espíritu y verdad, lejos de las tradiciones, de las
reglas impuestas por hombres, o de las organizaciones o religiones que dicen
hacer su voluntad, pero que un examen cuidadoso revelaría cuál realmente es el
interés de dichas organizaciones y religiones.
Hoy más que nunca parece claro que existe la necesidad por parte de
muchos de buscar a Dios. Sin embargo, dicha búsqueda parece estar dirigida más
hacia el encontrar una religión u organización religiosa, que hacia YHWH mismo. Se busca religión, no a Dios. La idea es buscar y encontrar a Dios,
YHWH, el Único Dios Verdadero, que no es un Dios limitado a una religión, ni propiedad
exclusiva de un grupo de personas. Como dicen las Escrituras, Él " no
hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia" (Hechos 10:34, 35).