La importancia de escuchar palabras de fe
11 Días. Los israelitas estaban a 11 días de ¡por fin! entrar a la Tierra Prometida. Ya estaban listos para entrar. Dios había hecho con ellos un Pacto, les había dado la llamada Ley de Moisés, que era un código escrito de leyes que guiaría a la nación, como si fuese un tutor que les conduciría al Cristo, cuando este llegase a la nación.
¿Cómo sabemos que YA era el momento de entrar a la Tierra Prometida? Porque estaban en Qadés-Barnea. Estaban desde ese punto a tan sólo 11 días. 11 días de viaje, y ya estarían por fin en la Tierra Prometida.
Por esa razón, la orden que YHWH dio a Moisés fue la siguiente:
YHWH habló a Moisés y le dijo:
2 «Envía unos hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; enviaréis un hombre por cada tribu paterna, todos ellos príncipes».
3 Entonces los envió Moisés desde el desierto de Parán, conforme a la palabra de YHWH. Todos aquellos hombres eran príncipes de los hijos de Israel.
17 Los envió, pues, Moisés a reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles:
«Subid de aquí al Neguev y luego subid al monte.
18 Observad cómo es la tierra y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, escaso o numeroso;
19 cómo es la tierra habitada, si es buena o mala; cómo son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas,
20 y cómo es el terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no. Esforzaos y traed de los frutos del país».
Era el tiempo de las primeras uvas.
(Números 13:1-3, 17-20, Reina-Valera 1995 RVR1995)
Eran 12 hombres. 12 espías, que tenían la misión de reconocer a la tierra de Canaán. Ver cómo era la tierra, cuáles eran las condiciones generales a las que se enfrentarían los israelitas para poseer a la Tierra Prometida.
¿Por qué Dios mandó a espiar la Tierra Prometida? Porque era necesario que vieran por sí mismos la condición de la tierra. Cómo era, y cómo era la gente. Además, los hombres enviados eran príncipes de Israel. Eran hombres de liderazgo, que tendrían la visión de saber qué buscar, qué ver, y cómo podría usarse esa información para el beneficio de la conquista de la Tierra Prometida.
Tras un viaje de 40 días en el que recorrieron el país, retornan a Qadés-Barnea estos 12 espías.
La expectativa de Moisés, de Aarón y del pueblo era enorme. Esos 40 días de espera a que retornaran los 12 espías debieron de haber sido días de muchas conversaciones sobre cómo serían las cosas allá en la Tierra Prometida. ¿De verdad era una tierra que "manaba leche y miel"? ¿Cómo serían sus montañas, ríos y valles? Todas esas preguntas, y otras, encontrarían respuesta al retorno de los 12 espías.
El relato bíblico agrega detalles sobre lo que sucedió:
25 Al cabo de cuarenta días regresaron de reconocer la tierra.
26 Fueron y se presentaron ante Moisés, Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades. Les dieron la información a ellos y a toda la congregación, y les mostraron los frutos de la tierra.
27 También les contaron:
«Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; estos son sus frutos.
28 Pero el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; también vimos allí a los hijos de Anac.
29 Amalec habita el Neguev; el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte; el cananeo habita junto al mar y a la ribera del Jordán».
30 Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo:
--Subamos luego, y tomemos posesión de ella, porque más podremos nosotros que ellos.
31 Pero los hombres que subieron con él dijeron:
--No podemos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.
32 Y hablaron mal entre los hijos de Israel de la tierra que habían reconocido, diciendo:
--La tierra que recorrimos y exploramos es tierra que se traga a sus habitantes. Todo el pueblo que vimos en medio de ella es gente de gran estatura.
33 También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes. Nosotros éramos, a nuestro parecer, como langostas, y así les parecíamos a ellos.
(Números 13:25-33 Reina-Valera 1995 RVR1995)
Fueron (los 12 espías) y se presentaron ante Moisés, Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades. Les dieron la información a ellos y a toda la congregación, y les mostraron los frutos de la tierra.
27 También les contaron:
Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; estos son sus frutos.
Los 12 reconocen que la Tierra Prometida es una en la que fluye leche y miel. ¿Quién dijo que la Tierra manaba leche y miel? Fue YHWH Dios, y se lo dijo a Moisés durante la conversación que sostuvieron frente a la zarza ardiente (léase Éxodo 3:8). Y como puede verse en la ilustración, hasta traen uvas de la Tierra Prometida, que eran uvas en racimos tan pesados que varios hombres los cargaban. YHWH había dicho que la Tierra de Canaán era fértil, y la evidencia así lo mostraba. Eso indicaba que ciertamente Dios les había dicho la verdad.
Porque una cosa es que Dios diga que una cosa es así, como Él dice, y otra muy distinta es cuando uno puede ver, tocar, o comer la evidencia, aquello que muestra que Dios es veraz. Por ejemplo, no se necesita fe para saber que mañana va a salir el Sol. Eso se sabe, se ve, se evidencia todos los días. Pero los israelitas salen de Egipto, primera potencia mundial, que era un país fértil y próspero, y salen de ese país por tan solo la palabra de Dios. Los israelitas salen por su fe en la palabra de YHWH, de darles una Tierra prometida, tan rica que manaba leche y miel, y ahora tenían ante sus mismos ojos, una evidencia de lo veraces que eran las palabras de Dios.
Sin embargo, el informe de los espías añade otros detalles. Dicen que el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas. Y además, allá viven los hijos de Anac. Estos hijos de Anac eran hombres extraordinariamente altos. Mucho más que un israelita promedio.
Esa información le dio un giro al sentimiento popular de los israelitas. Cuando vieron las uvas, y escucharon decir que era una tierra fértil que manaba leche y miel, eran felices, ya se veían ahí viviendo en su casa, contentos, por fin. Pero cuando escucharon decir que había hombres altos y poderosos con los que tendrían que pelear, la "felicidad" efímera, se acabó. Los rostros reflejaron el descontento y la desilusión. Empezaron, una vez más, la murmuración y la queja.
Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo:
--Subamos luego, y tomemos posesión de ella, porque más podremos nosotros que ellos.
Pero los hombres que subieron con él (10 espías) dijeron:
--No podemos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.
¿Ve las diferencias? Caleb, uno de los 12 espías, dice que ellos pueden conquistar la Tierra de Canaán.
¿Qué dicen los 10 espías? Dicen que ellos no pueden conquistar la Tierra de Canaán.
La diferencia es obvia.
Caleb dice ¡Sí podemos!
Y 10 espías dicen ¡No podemos!
La Biblia califica lo que dijeron los 10 espías como un "informe malo". Un informe malo, en el hebreo original, era un chisme. Un dicho sin fundamento, con la intención de dañar a alguien.
Era un informe malo ese que decían los 10 espías de que ellos no podrían conquistar a Canaán porque contradecía lo que YHWH había expresado de que ellos sí recibirían la Tierra Prometida. ¿No fue eso lo que sucedió en Edén, un dicho contradictorio? Dios dijo que si comían del fruto del árbol del conocimiento del Bien y el Mal, morirían. Y alguien apareció diciendo lo contrario, y conocemos en qué paró la historia...
En este relato, que continúa en la Biblia en Número 14, podemos recordar que sólo Josué y Caleb manifestaron fe en YHWH, en Su Palabra de darles la Tierra Prometida. Ellos trataron de influir en el pueblo a que tuviera fe. Dijeron:
7--La tierra que recorrimos y exploramos es tierra muy buena.
8 Si YHWH se agrada de nosotros, él nos llevará a esta tierra y nos la entregará; es una tierra que fluye leche y miel.
9 Por tanto, no seáis rebeldes contra YHWH ni temáis al pueblo de esta tierra, pues vosotros los comeréis como pan. Su amparo se ha apartado de ellos y YHWH está con nosotros: no los temáis.
(Números 14:7-9 Reina-Valera 1995 RVR1995)
¿Y cómo reaccionó la gente ante este llamado a tener fe?
10 Entonces toda la multitud propuso apedrearlos.
(Números 14:10 Reina-Valera 1995 RVR1995)
Dios intervino, y decretó que los israelitas morirían en el desierto, un día por un año de acuerdo a los días espiados, que fueron 40, así que fueron 40 años los que vagaron los israelitas en el desierto.
Si vemos este mapa, notamos en el número 6 que ahí está Qadés-Barnea, a 11 días de camino hasta la Tierra Prometida. ¿No es absurdo que un viaje de 11 días termine durando 40 años?
Y todo por... no escuchar palabras de fe.
La lección histórica es clara: uno escucha dos tipos de palabra. O palabras que fortalecen la fe en YHWH, en Su carácter fiel y leal, en Sus promesas, en sus consejos que hallamos en la Biblia, o escuchamos palabras que contradicen lo que Dios dice.
Reflexionemos en lo siguiente: los 12 espías vieron todos lo mismo. Los 12 espías vieron que la Tierra Prometida manaba leche y miel, que era fértil. Los 12 vieron que las personas que habitaban a Canaán eran fuertes y poderosos.
Porque uno pudiera llevarse la impresión de que Josué y Caleb vieron otra realidad, diferente a la que vieron los otros 10 espías. No. TODOS vieron las mismas cosas, pero reaccionaron diferente a ellas. No era que Josué y Caleb se creían grandes guerreros. TODOS eran príncipes, hombres de poder en Israel. Pero Josué y Caleb eran diferentes. Números 14:24 dice de Caleb que había en él un "espíritu diferente". Y sobre la fe de Josué, no tenemos dudas.
La fe de Josué y Caleb se basaba en lo que Dios había dicho y hecho en sus vidas. YHYWH había liberado a los israelitas de la esclavitud en Egipto con gran poder y señales. Y YHWH haría lo que fuera preciso para dar a los israelitas la Tierra Prometida. Josué y Caleb vieron lo mismo que vieron los otros 10 espías, pero creyeron en el poder de YHWH, que actuaría en favor de los israelitas.
Porque la fe no es una especie de "ilusión" en la que se niega la realidad. La realidad era que esos cananeos sí eran altos, fuertes, y militarmente eran superiores a los israelitas. Pero era la confianza en lo que YHWH haría a favor de Israel lo que guiaba el espíritu de Josué y Caleb.
La fe no anula a la realidad. No es ilusión. Por el contrario, es realista. Dios no espera a que uno en sus fuerzas haga lo que Dios ha dicho que Él hará. En el caso de los israelitas, era Dios el que los iba a guiar para conquistar a Canaán, no eran ellos en su capacidad militar.
Dijo Jesús que para quien tiene fe "TODAS las COSAS son POSIBLES". Para el que tiene fe. No dijo que era para el que fuera más inteligente, el más preparado, el más capaz, el que cree que tiene todo a su favor. Lo que Dios pide es fe.
Las palabras de fe que uno debe escuchar, en el sentido de prestar atención, son aquellas que están alineadas con lo que Dios ha dicho de sí mismo, sobre lo que Dios ha prometido. Recuerde a quienes estando a 11 días de hacer realidad la promesa de Dios, nunca la vieron realizada. ¿Por qué? Porque escucharon a las personas que les dijeron que NO PODRÍAN lograrlo. Dios siempre nos impulsa a más, a que en Cristo Jesús somos más que vencedores, a que si Dios está con nosotros, nadie ni nada nos vencerá, a que para TODAS las cosas tenemos la fuerza en virtud de Aquel que nos imparte poder.
Esas son las palabras de fe que debemos escuchar. Aquellas que vienen de lo que YHWH quiera decirnos. Está en cada un@ de nosotr@s hacerlo realidad en nuestra vida.
Pregúntese: ¿a quién estoy escuchando? ¿a qué mensaje le estoy prestando atención?