Lo que enseñan las Escrituras sobre el anticristo
Hacia finales del siglo I D. C., el apóstol Juan, recién liberado de su encarcelamiento en la isla de Patmos, es inspirado por el espíritu santo de Dios a redactar unas cartas que sirvieran para el fortalecimiento de la fe y confianza en la profecía divina. Hacía poco tiempo que Juan había contemplado las visiones del Apocalipsis, y desde luego, su perspectiva del propósito de Jehová en relación a Jesucristo, estaba más clara.
Recordamos la más famosa frase que aparece en su primera carta: "Dios es amor" (1 Juan 4:8, 16). Sin embargo, es la mención de una palabra en particular que Juan usó en sus cartas, la que ha suscitado imaginación e intriga en la mente de muchos: la palabra anticristo.
Esta palabra aparece 5 veces en los escritos del apóstol Juan:
1 Juan 2:18
Hijitos, ya es el último tiempo. Según ustedes oyeron que el Anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.
1 Juan 2:22
¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, pues niega al Padre y al Hijo.
1 Juan 4:3
Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del Anticristo, el cual ustedes han oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.
2 Juan 1:7
Muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.
Si analizamos la palabra anticristo por sí sola, vemos que la expresión Cristo, nos hace pensar en alguien: Jesús, el Hijo de Dios. ¿Era Jesús de Nazaret el Cristo o Mesías?
Estamos en el año 2011, y no podemos negar que existe mucha controversia por esa pregunta. Aún muchos se preguntan si acaso de veras existió un hombre llamado Jesús, que caminó por las calles de Jerusalén, Nazaret, Tiro o Galilea, enseñando Su peculiar evangelio. Y qué decir de la desunión de millones de seguidores de Jesús, que se debaten entre creer o no creer en algunas o todas las enseñanzas de Jesús, pues sólo creen lo que se dice en Su iglesia o congregación, que no necesariamente coincide con la enseñanza de Cristo. Porque, mientras que para algunos cristianos, a Jesús hay que verlo como el Hijo de Dios, parte de una Trinidad (cosa que no enseñan las Escrituras), otros le ven como alguien que simplemente hizo milagros, murió, y nos dejó un evangelio para ser predicado a otros.
Si el sólo hecho de pensar en la figura de Jesús el Cristo es tan polémica, ¡cuánto más lo es pensar en la figura de un AntiCristo simbólico!
Juan por inspiración consideró varios hechos sobre lo que es realmente lo que Dios piensa sobre la figura del AntiCristo:
- Que aparecería en el "fin de los tiempos" o la "última hora"
- Que ya en el mismo tiempo de Juan habían aparecido "anticristos"
- Que el Anticristo niega tanto al Padre como al Hijo
- Que manifiesta un espíritu de no confesar la venida de Cristo en carne
- Que es "mentiroso" y "engañador"
Esto es claramente lo que indicó Juan por inspiración sobre el anticristo. Si vemos de manera realista el escenario religioso actual, ha habido un repunte de personas que se interesan más por Dios y los asuntos espirituales. ¿Casualidad? No, pues es evidente que los acontecimientos mundiales y locales, además de las condiciones y circunstancias personales, hacen que se gire la mirada hacia Dios. Sin embargo, las palabras del apóstol Juan alertan sobre la cuestión del engaño y la mentira por parte del anticristo.
¿Es una persona, entidad o religión? No hay una indicación en las Escrituras que digan que "fulano de tal o cual es el AntiCristo". La cuestión simple y clara es que las Escrituras exponen una serie de características, que de acuerdo a lo que una persona u organización haga y enseñe, comparadas sobre la base de lo que enseña la Biblia, es lo que sirve de indicación para que uno sepa reconocer quién o quiénes son anticristos o no, manifestando ese espíritu.
Recordemos que Juan escribió, no para los no creyentes, sino para los creyentes. Eran ellos y ellas los que debían reconocer ese espíritu de anticristo, que ya se demostraba en tiempos de Juan. Porque, para ser un anticristo, se debe manifestar el espíritu de estar en contra de Jesucristo, Su papel dentro de la voluntad divina, y el espíritu de Su verdadera enseñanza, o lo que son Sus intereses en este tiempo.
Razonemos sobre la base de las Escrituras. Juan expresó que el anticristo, o anticristos, son personas que aparecerían en la "última hora" o fin de los tiempos, ¿cierto? Eso quiere decir que su presencia es señal de que se estarían viviendo esos tiempos señalados. Además, Juan desenmascaró a los que en su tiempo eran anticristos, pero hay algo interesante: habían sido creyentes, pero que ahora, ya no estaban en unión con Dios y el Hijo. Así que, el anticristo o anticristos, no debemos esperar verlos entre las filas de los no creyentes, sino de entre los que afirman ser cristianos, pero que caen en un error fundamental: su visión sobre la venida del Hijo de Dios, Jesucristo.
En estos tiempos, no podemos negar que muchos dudan sobre la venida de Cristo, Su Presencia. ¿Estar presente como Rey? No, mejor no. Es mejor que las cosas sigan exactamente como hasta ahora. Curiosamente, muchos construyen grandes iglesias, hacen grandes proyectos, para que, según, ellos, se fortalezca su labor "cristiana". ¿Es eso realmente lo que quiere Jesucristo en estos tiempos?
En Su Sermón del Monte, Jesús habló de los tiempos en los que declararía que "nunca" había conocido a cierto tipo de personas. ¿Quiénes? Repasemos la Escritura:
Decir y Hacer. 2 cosas diferentes. Hay quienes dicen a Jesús, "Señor, hicimos grandes cosas en tu nombre poderoso. Mira, profetizamos en tu nombre, hicimos milagros, hicimos cruzadas, hicimos, hicimos, hicimos, hicimos..."
Pero a Jesucristo sólo le interesa una cosa: que quienes lo sigan hagan la voluntad del Padre que está en los Cielos. Eso es lo que cuenta para Él. No basta con que uno haga lo que cree que es la voluntad del Padre. Primero hay que averiguar cuál es esa voluntad del Padre, y hacerla. Pero dar por sentado que no importa lo que uno haga, eso está bien para Dios, según las palabras de Jesús, Él califica eso como maldad o algo malo.
¿Es malo profetizar, echar fuera demonios o hacer milagros en el nombre de Cristo? ¿Por qué? Porque NO era la voluntad del Padre. Así de simple. Decir que se hacen cosas "buenas" usando el nombre de Jesús o de Jehová, no es garantía de estar haciendo lo que verdaderamente es la voluntad del Padre. Lo dijo el propio Jesús. El mismo que enseñó la necesidad de adorar al Padre con espíritu y con verdad, y que Dios debe ser adorado como Él lo requiere, no como una iglesia o reigión lo defina.
El espíritu del anticristo se caracteriza por el engaño y la mentira. El espíritu santo de Dios no conduce a error, a engaño. Conduce a la luz de Dios y la verdad. Así que, las personas a quienes Jesús confiesa que nunca las conoció, es porque, sencillamente, jamás quisieron acceder a la verdad de Dios mediante Cristo Jesús. Hicieron lo que quisieron, lo que estaba en su corazón, no en el de Dios. Más grave aún, enseñar a otros a adorar al Padre
Las Escrituras nos orientan y guían. En 1 Juan 4:1, se expresa que debemos "probar los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo". Lo curioso es que, quienes manifestaron ser "anticristos" en el siglo I, eran personas que habían sido creyentes, pero manifestaron carecer de verdadero conocimiento espiritual y unión con el Padre y el Hijo, y eso les llevó a error. Y su error fue comenzar a negar lo que Jesús enseñó, fundamentalmente lo relativo a Su venida y Su relación de unión con el Padre.
Esto es una advertencia seria para los creyentes, para evitar ser engañados. Particularmente, en estos tiempos, hay confusión sobre la Venida de Cristo. ¿Cómo entenderla? ¿Qué significaría? Son muchas las interrogantes, y en vez de buscar respuestas en fuentes humanas, es mejor buscar a la Única Fuente de Luz y Verdad: Jehová Dios, por medio de Cristo Jesús.
Recordamos la más famosa frase que aparece en su primera carta: "Dios es amor" (1 Juan 4:8, 16). Sin embargo, es la mención de una palabra en particular que Juan usó en sus cartas, la que ha suscitado imaginación e intriga en la mente de muchos: la palabra anticristo.
Esta palabra aparece 5 veces en los escritos del apóstol Juan:
1 Juan 2:18
Hijitos, ya es el último tiempo. Según ustedes oyeron que el Anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.
1 Juan 2:22
¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, pues niega al Padre y al Hijo.
1 Juan 4:3
Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del Anticristo, el cual ustedes han oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.
2 Juan 1:7
Muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.
Si analizamos la palabra anticristo por sí sola, vemos que la expresión Cristo, nos hace pensar en alguien: Jesús, el Hijo de Dios. ¿Era Jesús de Nazaret el Cristo o Mesías?
Estamos en el año 2011, y no podemos negar que existe mucha controversia por esa pregunta. Aún muchos se preguntan si acaso de veras existió un hombre llamado Jesús, que caminó por las calles de Jerusalén, Nazaret, Tiro o Galilea, enseñando Su peculiar evangelio. Y qué decir de la desunión de millones de seguidores de Jesús, que se debaten entre creer o no creer en algunas o todas las enseñanzas de Jesús, pues sólo creen lo que se dice en Su iglesia o congregación, que no necesariamente coincide con la enseñanza de Cristo. Porque, mientras que para algunos cristianos, a Jesús hay que verlo como el Hijo de Dios, parte de una Trinidad (cosa que no enseñan las Escrituras), otros le ven como alguien que simplemente hizo milagros, murió, y nos dejó un evangelio para ser predicado a otros.
Si el sólo hecho de pensar en la figura de Jesús el Cristo es tan polémica, ¡cuánto más lo es pensar en la figura de un AntiCristo simbólico!
Juan por inspiración consideró varios hechos sobre lo que es realmente lo que Dios piensa sobre la figura del AntiCristo:
- Que aparecería en el "fin de los tiempos" o la "última hora"
- Que ya en el mismo tiempo de Juan habían aparecido "anticristos"
- Que el Anticristo niega tanto al Padre como al Hijo
- Que manifiesta un espíritu de no confesar la venida de Cristo en carne
- Que es "mentiroso" y "engañador"
Esto es claramente lo que indicó Juan por inspiración sobre el anticristo. Si vemos de manera realista el escenario religioso actual, ha habido un repunte de personas que se interesan más por Dios y los asuntos espirituales. ¿Casualidad? No, pues es evidente que los acontecimientos mundiales y locales, además de las condiciones y circunstancias personales, hacen que se gire la mirada hacia Dios. Sin embargo, las palabras del apóstol Juan alertan sobre la cuestión del engaño y la mentira por parte del anticristo.
¿Es una persona, entidad o religión? No hay una indicación en las Escrituras que digan que "fulano de tal o cual es el AntiCristo". La cuestión simple y clara es que las Escrituras exponen una serie de características, que de acuerdo a lo que una persona u organización haga y enseñe, comparadas sobre la base de lo que enseña la Biblia, es lo que sirve de indicación para que uno sepa reconocer quién o quiénes son anticristos o no, manifestando ese espíritu.
Recordemos que Juan escribió, no para los no creyentes, sino para los creyentes. Eran ellos y ellas los que debían reconocer ese espíritu de anticristo, que ya se demostraba en tiempos de Juan. Porque, para ser un anticristo, se debe manifestar el espíritu de estar en contra de Jesucristo, Su papel dentro de la voluntad divina, y el espíritu de Su verdadera enseñanza, o lo que son Sus intereses en este tiempo.
Razonemos sobre la base de las Escrituras. Juan expresó que el anticristo, o anticristos, son personas que aparecerían en la "última hora" o fin de los tiempos, ¿cierto? Eso quiere decir que su presencia es señal de que se estarían viviendo esos tiempos señalados. Además, Juan desenmascaró a los que en su tiempo eran anticristos, pero hay algo interesante: habían sido creyentes, pero que ahora, ya no estaban en unión con Dios y el Hijo. Así que, el anticristo o anticristos, no debemos esperar verlos entre las filas de los no creyentes, sino de entre los que afirman ser cristianos, pero que caen en un error fundamental: su visión sobre la venida del Hijo de Dios, Jesucristo.
En estos tiempos, no podemos negar que muchos dudan sobre la venida de Cristo, Su Presencia. ¿Estar presente como Rey? No, mejor no. Es mejor que las cosas sigan exactamente como hasta ahora. Curiosamente, muchos construyen grandes iglesias, hacen grandes proyectos, para que, según, ellos, se fortalezca su labor "cristiana". ¿Es eso realmente lo que quiere Jesucristo en estos tiempos?
En Su Sermón del Monte, Jesús habló de los tiempos en los que declararía que "nunca" había conocido a cierto tipo de personas. ¿Quiénes? Repasemos la Escritura:
No todo el que me dice: "¡Señor, Señor!", entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?"
Entonces les declararé: "Nunca os conocí. ¡Apártanse de mí, hacedores de maldad!"
Entonces les declararé: "Nunca os conocí. ¡Apártanse de mí, hacedores de maldad!"
Mateo 7:21-23
Decir y Hacer. 2 cosas diferentes. Hay quienes dicen a Jesús, "Señor, hicimos grandes cosas en tu nombre poderoso. Mira, profetizamos en tu nombre, hicimos milagros, hicimos cruzadas, hicimos, hicimos, hicimos, hicimos..."
Pero a Jesucristo sólo le interesa una cosa: que quienes lo sigan hagan la voluntad del Padre que está en los Cielos. Eso es lo que cuenta para Él. No basta con que uno haga lo que cree que es la voluntad del Padre. Primero hay que averiguar cuál es esa voluntad del Padre, y hacerla. Pero dar por sentado que no importa lo que uno haga, eso está bien para Dios, según las palabras de Jesús, Él califica eso como maldad o algo malo.
¿Es malo profetizar, echar fuera demonios o hacer milagros en el nombre de Cristo? ¿Por qué? Porque NO era la voluntad del Padre. Así de simple. Decir que se hacen cosas "buenas" usando el nombre de Jesús o de Jehová, no es garantía de estar haciendo lo que verdaderamente es la voluntad del Padre. Lo dijo el propio Jesús. El mismo que enseñó la necesidad de adorar al Padre con espíritu y con verdad, y que Dios debe ser adorado como Él lo requiere, no como una iglesia o reigión lo defina.
El espíritu del anticristo se caracteriza por el engaño y la mentira. El espíritu santo de Dios no conduce a error, a engaño. Conduce a la luz de Dios y la verdad. Así que, las personas a quienes Jesús confiesa que nunca las conoció, es porque, sencillamente, jamás quisieron acceder a la verdad de Dios mediante Cristo Jesús. Hicieron lo que quisieron, lo que estaba en su corazón, no en el de Dios. Más grave aún, enseñar a otros a adorar al Padre
Las Escrituras nos orientan y guían. En 1 Juan 4:1, se expresa que debemos "probar los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo". Lo curioso es que, quienes manifestaron ser "anticristos" en el siglo I, eran personas que habían sido creyentes, pero manifestaron carecer de verdadero conocimiento espiritual y unión con el Padre y el Hijo, y eso les llevó a error. Y su error fue comenzar a negar lo que Jesús enseñó, fundamentalmente lo relativo a Su venida y Su relación de unión con el Padre.
Esto es una advertencia seria para los creyentes, para evitar ser engañados. Particularmente, en estos tiempos, hay confusión sobre la Venida de Cristo. ¿Cómo entenderla? ¿Qué significaría? Son muchas las interrogantes, y en vez de buscar respuestas en fuentes humanas, es mejor buscar a la Única Fuente de Luz y Verdad: Jehová Dios, por medio de Cristo Jesús.