Cómo entender: el acercarse a Dios
Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Pecadores, límpiense las manos; y ustedes, los de doble ánimo,purifiquen sus corazones.
Fue Santiago, hijo de José y María, quien escribió estas palabras. La frase "Acérquense a Dios", es sencilla y llena de significado. Es un llamado a la acción. La acción es acercarse a Dios.
La pregunta es: ¿cómo entender ese acercarse a Dios?
Pensemos en estas 4 preguntas:
Número 1: Dios es invisible. ¿Cómo acercarse a alguien que no se puede ver?
Número 2: Dios está en un lugar, espacio o dimensión que la Biblia denomina "Cielo". ¿Tengo que ir a ese lugar llamado "Cielo" para estar cerca de Dios?
Número 3: ¿Por qué querría yo acercarme a Dios?
Número 4: ¿soy dign@ de estar cerca de Dios?
Sin duda alguna son cuestiones complejas, que de una forma u otrahan tratado de ser respondidas en su momento por muchas personas.
Pero lo cierto del caso es que entendemos que Dios es invisible. Jesucristo nos enseñó que es un Espíritu. No es de carne y sangre como los humanos. Y a pesar de esa condición de ser Dios un Espíritu, podemos acercarnos a Él. Podemos estar cerca de Dios, espiritualmente.
Según nos indica la Biblia, no hace falta estar en ese lugar llamado "Cielo" para estar cerca de Dios. De hecho, Jesucristo, Hijo de Dios, mientras estuvo en la Tierra se mantuvo cerca de Dios. Jamás habló de lo "imposible" que era estar cerca de Dios por hallarse en la Tierra.
Siendo Jesucristo ese modelo del cual tomar ejemplo para aprender, pensemos, ¿cómo Él se acercaba a Dios?
Lo hizo mediante la oración constante a Dios. Además, le vemos siempre en una actitud de gratitud al Su Padre. Siempre decía: "gracias Padre, porque siempre me escuchas". Siempre ocupaba su tiempo enseñando a otros sobre Dios, de la manera correcta.
No somos Jesucristo, pero podemos tomar nota de su ejemplo. La oración, la actitud de ser agradecidos con Jehová, el tener pensamientos espirituales, puede y debe ser parte de ese acercarse a Dios.
Pero, si analizamos la cita de Santiago 4:8, vemos 3 ideas clave sobre el acercarse a Dios:
Pero lo cierto del caso es que entendemos que Dios es invisible. Jesucristo nos enseñó que es un Espíritu. No es de carne y sangre como los humanos. Y a pesar de esa condición de ser Dios un Espíritu, podemos acercarnos a Él. Podemos estar cerca de Dios, espiritualmente.
Según nos indica la Biblia, no hace falta estar en ese lugar llamado "Cielo" para estar cerca de Dios. De hecho, Jesucristo, Hijo de Dios, mientras estuvo en la Tierra se mantuvo cerca de Dios. Jamás habló de lo "imposible" que era estar cerca de Dios por hallarse en la Tierra.
Siendo Jesucristo ese modelo del cual tomar ejemplo para aprender, pensemos, ¿cómo Él se acercaba a Dios?
Lo hizo mediante la oración constante a Dios. Además, le vemos siempre en una actitud de gratitud al Su Padre. Siempre decía: "gracias Padre, porque siempre me escuchas". Siempre ocupaba su tiempo enseñando a otros sobre Dios, de la manera correcta.
No somos Jesucristo, pero podemos tomar nota de su ejemplo. La oración, la actitud de ser agradecidos con Jehová, el tener pensamientos espirituales, puede y debe ser parte de ese acercarse a Dios.
Pero, si analizamos la cita de Santiago 4:8, vemos 3 ideas clave sobre el acercarse a Dios:
- Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes
- Pecadores, límpiense las manos
- Ustedes, los de doble ánimo, purifiquen sus corazones
Las 3 ideas claves forman parte de un proceso. Acercarse a Dios es un proceso continuo. Y la motivación es a dar un@ ese primer paso. La iniciativa de buscar a Dios la debe dar un@. Dios, amó tanto a la Humanidad que nos dio a Su Hijo. Lo más amado de Jah es el Hijo. Y nos lo dio para que por medio de Él nos acercáramos a Dios.
Dios tomó la iniciativa de amarnos y dar los pasos de acercarse a nosotros. ¿Siente Dios hoy día el deseo de que nos acerquemos a Él? Sin dudas. Dios no cambia. Si amó a la Humanidad hace 2.000 años, hace 4.000 años, ¿no la ama ahora? Es verdad que las circunstancias mundiales están muy lejos de lo que Dios desea. Pero el Padre jamás renunció a la posibilidad de acercarse a nosotros.
El problema quizás se deba a que no nos creamos que valemos a los ojos de Jehová. ¿Por qué? Nuestro pasado, los errores que hayamos cometido, o nuestras ideas sobre Dios, pueden ser las que nos mantienen con la creencia de que Dios no nos quiere acoger en Su corazón.
Una de las preguntas planteadas arriba es:
¿Por qué querría YO acercarme a Dios?
Las razones por las cuales una persona decide acercarse a Dios son múltiples. Jesucristo expresó en el Sermón del Monte que eran felices o bienaventurados los que estaban en consciencia de su necesidad espiritual. Los seres humanos nacemos con el deseo de agradar a Dios, de adorarle. Y usamos las religiones como un puente para acercarnos a Dios. Se busca a un pastor, o guía, o como se llame, para que nos ayude a acercarnos a Dios.
¿Realmente se necesitan intermediarios entre uno y Dios, a excepción de Jesucristo, que es el mediador, o ese "camino, verdad y vida para llegar al Padre"?
Es un asunto personal el acercarse a Jehová. Nadie lo hace por uno. Quizás otra persona haga una oración por alguien más. Pero el que un@ mism@ se acerque a Dios es asunto personal. Sin "amos" o dueños de la relación de uno con Dios.
Por cierto, que la exhortación que da la Biblia de que los "pecadores" se limpien las manos, y que los de "doble ánimo" deban purificar sus corazones, es parte del proceso de acercarse a Dios. Pero la palabra "pecador", nos trae a la memoria escenas del "infierno de fuego", con el que amenazaban y amenazan a las personas. Es como si se quisiera remarcar la idea en la consciencia de las personas, que son pecadores, que son pecadores, que son pecadores...
¿Es posible acercarse a Dios con ese recordatorio constante de que uno es "pecador"?
¿Qué hay de la razón por la cual el Padre envió al Hijo a dar su vida por cada uno y cada una de nosotr@s?
¿Qué vale más: el amor del Padre a la Humanidad, o el temor malsano explotado hasta la saciedad que nos hace sentir culpables, indignos, y alejados de Dios?
Nadie tiene más y mayor consciencia de nuestra condición que Jehová Dios. Estando en el jardín de Edén Adán y Eva, cuando ellos estaban perdidos y solos, Dios lo sabía. Cuando ellos estaban a medio vestir con hojas de higuera, el Padre les vistió con ropas largas.
A este respecto vale decir que las personas más santurronas, las que jamás ofendían a nadie, mentían, y según ellos, eran las personas más ejemplares eran los fariseos. Y los fariseos, están entre los pecadores peores de la humanidad, porque pecaron contra el espíritu santo, al atribuir al Tentador lo que era la obra de Dios operando mediante Jesucristo.
Vale la pena reexaminar qué pensamos sobre Dios y el acercarnos a Él. Si realmente uno quiere estar cerca de Dios, o si tiene una especie de "costumbre" de ir a un lugar a cantar, a leer la Biblia, y a estar con otras personas, más bien que el buscar constantemente el experimentar el amor del Padre que está en Cristo Jesús.
