¿Es de Dios la Profecía?
¿Cómo puede uno conocer el futuro y lo que sucederá?Esa es una de nuestras interrogantes más importantes. Tenemos certeza de que todos los días sale el Sol, que la Tierra sigue girando, y sabemos que salir 5 minutos más tarde de lo que planificamos resultará en llegar 30 minutos más tarde a trabajar o a cumplir esa cita que pautamos.
Pero admitir que sabemos a ciencia cierta, con precisión, por ejemplo, qué va a pasar a las 11:11 de la mañana mientras vemos el reloj, o si a las 6:44 estaremos viendo una película en el cine... francamente no podemos saberlo.
El conocimiento de TODAS las cosas, o la Omnisciencia, sabemos, es el pan nuestro de cada día de una persona particularmente: Jehová.
Si Dios conoce TODAS las cosas, conoce el Tiempo. Pasado, Presente y Futuro están en Su pleno conocimiento y posesión.
Así como declaró Jesucristo que Dios cuenta nuestros cabellos, y que ni un gorrión cae al suelo sin que Jehová Dios lo sepa, también podemos ponerle creatividad al asunto de qué cosas sabe Dios: cuánto dinero tiene uno en este momento, cuánto requiere para afrontar el día, qué personas están pensando en este momento en uno, y qué piensan, o cuál será la portada de los periódicos de todo el mundo mañana.
Dentro del conocimiento de TODAS las cosas, sabeos que Dios conoce el futuro. Y a la declaración que Jehová hace sobre el futuro le llama la Biblia: Profecía.
Qué es la Profecía
Es la declaración de la voluntad y el propósito divino, de sucesos futuros que han de acontecer.
¿Puede un ser humano profetizar, o declarar el futuro? Sí. De hecho, todos los días se oyen muchas predicciones o vaticinios sobre el futuro. Pero ¿se cumplen? ¿Es exacto el vaticinio? He allí el punto.
El nombre de Dios, Jehová, tiene un doble significado (recordando que el nombre Jehová es una forma verbal hebrea) :
Él Causa Que Llegue a Ser
YO RESULTARÉ SER LO QUE RESULTARÉ SER
YO RESULTARÉ SER LO QUE RESULTARÉ SER
Dios como Causa y como Efecto. Dios como conocedor del futuro, o hacedor del mismo. ¿Puede Dios crear un futuro, y predecirlo? Sin duda.
Jehová predice el futuro, porque lo crea. El Todopoderoso es Creador. Creador de Todas las cosas, lo que incluye los sucesos, eventos, circunstancias, personas, escenarios mundiales. ¿No hemos visto ante nuestros ojos mundos ficticios como los de Viaje a las Estrellas, la Guerra de las Galaxias, Matrix, Terminator o cualquier otro? La diferencia entre un productor de cine, y Jehová, es que Jehová puede, por explicarlo de esta manera, crear una película en Su Mente, y materializarla.
Se declara en Revelación 4:11:
“Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas”.
Revelación 4:11
Revelación 4:11
Esa expresión final que dice "a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas", indica que hay una voluntad divina sobre un asunto. Dios se propone entonces crear una realidad en la Tierra, y existe. Existe ¿en dónde si está en el futuro? Existe en la Mente Suprema de Dios, quien luego expresa verbalmente Su Voluntad. Porque mientras las cosas están en la Mente de Dios, son una cosa, pero al declarar Jehová cuál es Su decisión, esa es. Se cumple. Es cuando, como indica el versículo, "fueron creadas". Porque Dios crea con su palabra. A Jehová sólo le basta declarar verbalmente Su Voluntad. Y punto.
Por esa razón dice Isaías:
Por esa razón dice Isaías:
“Porque los pensamientos de ustedes no son mis pensamientos, ni son mis caminos los caminos de ustedes —es la expresión de Jehová—. 9 Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que los caminos de ustedes, y mis pensamientos que los pensamientos de ustedes. 10 Porque tal como la lluvia fuerte desciende, y la nieve, desde los cielos, y no vuelve a ese lugar, a menos que realmente sature la tierra y la haga producir y brotar, y realmente se dé semilla al sembrador y pan al que come, 11 así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado, y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado.
Isaías 55:8-11
Isaías 55:8-11
Estas palabras indican que Dios piensa distinto a nosotros. Los caminos de Dios son distintos a los nuestros. Pero no es una cuestión de especulación filosófica o teológica el obrar de Dios. Las palabras de Isaías nos mueven a ver la Naturaleza. Así como existe un ciclo del agua que nutre y riega la Tierra, para que esta produzca y haga brotar, para dar semilla al que siembre y pan al que come, así es la palabra profética de Dios. Lo que Dios declara en el Cielo, es realidad en la Tierra. No es palabra estéril. Es palabra viva y eficaz. No retorna a Dios con fracaso, sino con éxito seguro. Y Dios tiene TODOS los recursos necesarios para ejecutar Su Palabra.
La primer profecía bíblica la pronuncia Jehová Dios mismo. No usa a un profeta, o portavoz humano. Habla Jehová a la humanidad, representada en Adán y Eva.
La primer profecía bíblica la pronuncia Jehová Dios mismo. No usa a un profeta, o portavoz humano. Habla Jehová a la humanidad, representada en Adán y Eva.
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón.
Génesis 3:15
¿Quién pone la enemistad entre la mujer simbólica y la serpiente simbólica, y sus respectivas descendencias? Jehová, quien también determina el resultado de la enemistad: la magulladura en la cabeza, por parte de la descendencia de la mujer.
Y dicha profecía se sigue desarrollando en nuestros días, y muchos otros que siguen...
Génesis 3:15
¿Quién pone la enemistad entre la mujer simbólica y la serpiente simbólica, y sus respectivas descendencias? Jehová, quien también determina el resultado de la enemistad: la magulladura en la cabeza, por parte de la descendencia de la mujer.
Y dicha profecía se sigue desarrollando en nuestros días, y muchos otros que siguen...
Quién inspira la Profecía
Siendo Cristo Jesús la Descendencia Principal de la Mujer, que sufre la magulladura en el talón, y quien magullará en la cabeza a la Serpiente, se comprende que tras lo sucedido en Edén, Jehová Dios empezó a dar “testimonio de Jesús” dando su profecía concerniente a la “descendencia” que finalmente ‘magullaría la cabeza de la serpiente’, el adversario de Dios (Gé 3:15).
Dios, a lo largo del tiempo, fue dando declaraciones proféticas que apuntaban a la identificación de la Descendencia de la Mujer. Y se fue revelando a la Descendencia de la Serpiente también.
El pacto abrahámico profetizaba que vendría esa descendencia, que por medio de ella se bendecirían todas las familias de la Tierra, y que obtendría victoria sobre el adversario y la “descendencia” de este. (Gé 22:16-18; Gál 3:16.) Se predijo que la prometida descendencia, llamada “Siló” (que significa “Aquel de Quien Es; Aquel a Quien Pertenece”), vendría de la tribu de Judá. (Gé 49:10.) Por medio de la nación de Israel, Jehová reveló su propósito de tener un “reino de sacerdotes y una nación santa”. (Éx. 19:6; 1 Pe. 2:9, 10.) Los sacrificios estipulados en la Ley dada a Israel prefiguraron el sacrificio del Hijo de Dios, y el sacerdocio, su sacerdocio real y celestial (con sacerdotes asociados) durante su reinado de mil años. (Heb 9:23, 24; 10:1; Rev 5:9, 10; 20:6.) Por consiguiente, la Ley fue un ‘tutor que conducía a Cristo’. (Gál 3:23, 24.)
El apóstol dice sobre los sucesos que marcan la historia de la nación de Israel: “Pues bien, estas cosas siguieron aconteciéndoles como ejemplos [o “con propósito típico”], y fueron escritas para amonestación de nosotros [los seguidores de Jesucristo] a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado”. (1Co 10:11.) David, el rey más importante de la nación, fue una figura profética del Hijo de Dios, quien heredó el pacto que Dios había hecho con David para un reino eterno. (Isa 9:6, 7; Eze 34:23, 24; Lu 1:32; Hch 13:32-37; Rev 22:6.) Las diversas batallas libradas por reyes fieles (generalmente guiados y respaldados por los profetas de Dios) prefiguraron la guerra que el Hijo de Dios librará contra los enemigos de su Reino, y las victorias que Dios les dio, el triunfo de Cristo sobre todas las fuerzas de Satanás, con la consiguiente liberación del pueblo de Dios. (Sl 110:1-5; Miq 5:2-6; Hch 4:24-28; Rev 16:14, 16; 19:11-21.)
Muchas de las profecías pronunciadas durante este período hablaban del reinado del Ungido (Mesías o Cristo) de Dios y de las bendiciones de su gobernación. Otras profecías mesiánicas señalaban a la persecución y sufrimiento que padecería el Siervo de Dios. (Compárese con Isa 11:1-10; 53:1-12; Hch 8:29-35.) Como dice el apóstol Pedro, aquellos mismos profetas “siguieron investigando qué época en particular, o qué suerte de época, indicaba respecto a Cristo [el Mesías] el espíritu que había en ellos cuando este de antemano daba testimonio acerca de los sufrimientos para Cristo y acerca de las glorias que habían de seguir a estos”. A ellos se les reveló que estas cosas tendrían un cumplimiento futuro, más allá de su tiempo. (1Pe 1:10-12; Da 9:24-27; 12:1-10.)
Como todas estas profecías se realizan en Jesucristo, lo que ratifica que son verdaderas, se entiende cómo fue que “la verdad [vino] a ser por medio de Jesucristo”. “Porque no importa cuántas sean las promesas de Dios, han llegado a ser Sí mediante él.” (Jn 1:17; 2Co 1:20; Lu 18:31; 24:25, 26, 44-46.) Pedro pudo decir con razón que “de [Jesús] dan testimonio todos los profetas”. (Hch 3:20-24; 10:43; 28:23).
Con todo el contenido profético que apunta a Jesucristo como la Figura Clave del Propósito de Dios, entendemos esta declaración sobre el Inspirador de la Profecía
Dios, a lo largo del tiempo, fue dando declaraciones proféticas que apuntaban a la identificación de la Descendencia de la Mujer. Y se fue revelando a la Descendencia de la Serpiente también.
El pacto abrahámico profetizaba que vendría esa descendencia, que por medio de ella se bendecirían todas las familias de la Tierra, y que obtendría victoria sobre el adversario y la “descendencia” de este. (Gé 22:16-18; Gál 3:16.) Se predijo que la prometida descendencia, llamada “Siló” (que significa “Aquel de Quien Es; Aquel a Quien Pertenece”), vendría de la tribu de Judá. (Gé 49:10.) Por medio de la nación de Israel, Jehová reveló su propósito de tener un “reino de sacerdotes y una nación santa”. (Éx. 19:6; 1 Pe. 2:9, 10.) Los sacrificios estipulados en la Ley dada a Israel prefiguraron el sacrificio del Hijo de Dios, y el sacerdocio, su sacerdocio real y celestial (con sacerdotes asociados) durante su reinado de mil años. (Heb 9:23, 24; 10:1; Rev 5:9, 10; 20:6.) Por consiguiente, la Ley fue un ‘tutor que conducía a Cristo’. (Gál 3:23, 24.)
El apóstol dice sobre los sucesos que marcan la historia de la nación de Israel: “Pues bien, estas cosas siguieron aconteciéndoles como ejemplos [o “con propósito típico”], y fueron escritas para amonestación de nosotros [los seguidores de Jesucristo] a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado”. (1Co 10:11.) David, el rey más importante de la nación, fue una figura profética del Hijo de Dios, quien heredó el pacto que Dios había hecho con David para un reino eterno. (Isa 9:6, 7; Eze 34:23, 24; Lu 1:32; Hch 13:32-37; Rev 22:6.) Las diversas batallas libradas por reyes fieles (generalmente guiados y respaldados por los profetas de Dios) prefiguraron la guerra que el Hijo de Dios librará contra los enemigos de su Reino, y las victorias que Dios les dio, el triunfo de Cristo sobre todas las fuerzas de Satanás, con la consiguiente liberación del pueblo de Dios. (Sl 110:1-5; Miq 5:2-6; Hch 4:24-28; Rev 16:14, 16; 19:11-21.)
Muchas de las profecías pronunciadas durante este período hablaban del reinado del Ungido (Mesías o Cristo) de Dios y de las bendiciones de su gobernación. Otras profecías mesiánicas señalaban a la persecución y sufrimiento que padecería el Siervo de Dios. (Compárese con Isa 11:1-10; 53:1-12; Hch 8:29-35.) Como dice el apóstol Pedro, aquellos mismos profetas “siguieron investigando qué época en particular, o qué suerte de época, indicaba respecto a Cristo [el Mesías] el espíritu que había en ellos cuando este de antemano daba testimonio acerca de los sufrimientos para Cristo y acerca de las glorias que habían de seguir a estos”. A ellos se les reveló que estas cosas tendrían un cumplimiento futuro, más allá de su tiempo. (1Pe 1:10-12; Da 9:24-27; 12:1-10.)
Como todas estas profecías se realizan en Jesucristo, lo que ratifica que son verdaderas, se entiende cómo fue que “la verdad [vino] a ser por medio de Jesucristo”. “Porque no importa cuántas sean las promesas de Dios, han llegado a ser Sí mediante él.” (Jn 1:17; 2Co 1:20; Lu 18:31; 24:25, 26, 44-46.) Pedro pudo decir con razón que “de [Jesús] dan testimonio todos los profetas”. (Hch 3:20-24; 10:43; 28:23).
Con todo el contenido profético que apunta a Jesucristo como la Figura Clave del Propósito de Dios, entendemos esta declaración sobre el Inspirador de la Profecía
Y me dijo: "Estas palabras son fieles y verdaderas; sí,
Jehová el Dios de las expresiones inspiradas de los profetas"
Rev. 22:6
Jehová el Dios de las expresiones inspiradas de los profetas"
Rev. 22:6
De modo que es Jehová el Inspirador de las declaraciones proféticas que apuntan acertadamente en el desenvolvimiento de Su propósito y voluntad, conectadas con Jesucristo y lo que Él logrará.
El espíritu santo fue el medio que Dios usó, por medio de sueños y visiones, o declaraciones de ángeles, para dar a conocer su propósito profético. Para más información, consulte el tema:
El espíritu santo fue el medio que Dios usó, por medio de sueños y visiones, o declaraciones de ángeles, para dar a conocer su propósito profético. Para más información, consulte el tema:
Qué es la Inspiración Divina de la Biblia.
De modo que podemos tener confianza en el infalible cumplimiento de la profecía bíblica porque quien la declara y hace realidad es Jehová Dios, quien la anuncia para nuestro beneficio. Bien declaró el profeta Amós que Jehová no hará ni una cosa a menos que primero la haya declarado o revelado. Dios no actúa sin antes no haberlo anunciado, aunque nos suele sorprender cuando se cumple lo que Dios predijo.
¿Es Jehová el único que inspira profecías?
1 Timoteo 4:1
Sin embargo, la expresión inspirada (originada por Jehová Dios) dice definitivamente que en períodos posteriores algunos se apartarán de la fe, prestando atención a expresiones inspiradas (originadas por seres espirituales alejados de Dios) que extravían y a enseñanzas de demonios.
Aquí se muestra que Dios inspiró a Pablo a escribir que en períodos posteriores a la era apostólica durante el Siglo I, se apartarían las personas de la fe, y prestarían atención a expresiones inspiradas que extravían y a enseñanzas no originadas por Jehová. ¿No predijo Cristo que habría un período definido por la existencia de Falsos Cristos y Falsos Profetas, que darían señales y prodigios para extraviar, de ser posible algo así, hasta a los escogidos?
1 Juan 4:1-2
Amados, no crean toda expresión inspirada, sino prueben las expresiones inspiradas para ver si se originan de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo. 2 Adquieren conocimiento de [que] la expresión inspirada procede de Dios por esto: Toda expresión inspirada que confiesa que Jesucristo ha venido en carne se origina de Dios.
Efectivamente, si seguimos leyendo 1 Juan 4 también apunta a un período posterior al de los apóstoles. Juan recalca que se deben probar, o someter a un riguroso escrutinio para verfificar el origen: ¿de Jehová o no?
Juan hace referencia a un ejemplo: quienes decían ser inspirados por Dios, pero negaban una verdad absoluta: que el Hijo de Dios vino en carne, y se sacrificó.
Hoy en día eso no se cuestiona, pero ciertamente estamos ante un alud de profecías: Nostradamus, Mayas, Hopi, canalizaciones, etc. ¿Vienen de Jehová? Si no provienen de Jehová, ¿quién las inspira?
Porque recordemos que la inspiración es la influencia de un ser o ente sobrehumano en la mente y corazón de otra persona, es como si la persona quedase bajo el dominio de esa fuerza sobrehumana, y procediera a pensar y a creer lo que ese ser sobrenatural desea. Posteriormente esta persona lo comunica o da a conocer por cualquier medio posible.
Como dicho fenómeno sucede hoy día, y seguirá sucediendo, hay que tener claro 2 cosas:
1. ¿Proviene de Jehová, o no?
2. ¿Se cumple?
Hay quien pueda declarar: "es fácil saber que una profecía o declaración no se origina de Jehová, porque sencillamente no se cumple". Error.
Hay 2 casos claros de expresiones inspiradas no originadas por Jehová:
1. La que se declara y no se cumple, quedando claro que era falsa
Deuteronomio 18:20-22
Sin embargo, el profeta que tenga la presunción de hablar en mi nombre una palabra que yo no le haya mandado hablar, o que hable en el nombre de otros dioses, ese profeta tiene que morir. 21 Y en caso de que digas en tu corazón: “¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?”, 22 cuando hable el profeta en nombre de Jehová y la palabra no suceda ni se realice, esa es la palabra que Jehová no ha hablado. Con presunción la habló el profeta. No debes atemorizarte de él.
Notemos que la profecía que se dice en el nombre de Jehová, o Cristo, u otro dios, y no se cumple, es falsa. Así se diga que se declara en el nombre de Jehová y tenga respaldo bíblico, si no se cumple, no proviene de Jehová. Es lo que dice la Biblia.
2. La que se declara y sí se cumple.
Deuteronomio 13:1-3
En caso de que se levante en medio de ti un profeta o un soñador de un sueño y de veras te dé una señal o un portento presagioso, 2 y en efecto se realice la señal o el portento presagioso de que te habló, diciendo: ‘Andemos tras otros dioses, que no has conocido, y sirvámosles’, 3 no debes escuchar las palabras de ese profeta ni al soñador de ese sueño, porque Jehová su Dios está probándolos a ustedes para saber si están amando a Jehová su Dios con todo su corazón y con toda su alma.
Bien, en este caso, la profecía, o señal, o milagro se realiza. ¿Significa automáticamente que proviene de Jehová? Depende. Notemos que Dios permite que eso suceda para poner a prueba a quienes le adoran. ¿Por qué? Para saber qué hay en el corazón de cada quien.
