Por qué Jesús usaba parábolas para enseñar
¿Qué es una parábola? Es básicamente una narración metafórica, en la que se compara lo que se quiere enseñar a otra persona con algo conocido. Por ejemplo, cuando Jesús quiso enseñar sobre el poder de la fe, la comparó a un "grano de mostaza". ¿Por qué? Si tenemos una fe aunque sea del tamaño de ese granito de mostaza, podemos tener el poder de decir a una montaña ¡muévete! y la montaña obedece, y se mueve.
Sí, vemos en los Evangelios que Jesús enseñaba por medio de parábolas. ¿Por qué? La razón la dio Jesús, en cierta ocasión mientras enseñaba. Comenzó a hablar sobre un sembrador que salió a sembrar, y la semilla cayó en 4 lugares diferentes: a lo largo del camino, en tierra poco profunda con roca debajo de ella, entre los espinos, y en tierra fértil, produciendo cosechas 30, 60 y hasta 100 veces más numerosas de lo que se había sembrado. Jesús finalizó diciendo que "el que tenga oídos para escuchar, que escuche y entienda" (Mateo 13:3-9).
Los discípulos quedaron intrigados. ¿Qué significaba todo esto? ¿No era más fácil que el Maestro simplemente dijera clara y fácilmente lo que quería enseñar? Sin rodeos, le preguntaron a Jesús. ¿Por qué les hablas en parábolas?
La respuesta de Jesús fue:
“Porque a ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido. 12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia; pero a cualquiera que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. 13 Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. 14 Y en ellos se cumple la profecía de Isaías que dice:
‘AL OÍR, USTEDES OIRÁN, PERO NO ENTENDERÁN, Y VIENDO VERÁN, PERO NO PERCIBIRÁN. 15 PORQUE EL CORAZÓN DE ESTE PUEBLO SE HA VUELTO INSENSIBLE, Y CON DIFICULTAD OYEN CON SUS OÍDOS, Y HAN CERRADO SUS OJOS. DE OTRO MODO, VERÍAN CON LOS OJOS, OIRÍAN CON LOS OÍDOS, Y ENTENDERÍAN CON EL CORAZÓN, Y SE CONVERTIRÍAN, Y YO LOS SANARÍA’.
16 Pero dichosos los ojos de ustedes, porque ven, y sus oídos, porque oyen. 17 Porque en verdad les digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven, y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron.
Mateo 13:10-17
Notemos que Jesús responde haciendo una comparación de 2 tipos de personas: los discípulos y otras personas. "Ustedes", los discípulos, y "ellos", los que no entienden las parábolas. A los discípulos, Dios les concede entender los misterios, los secretos sagrados del Reino de los Cielos. Por supuesto, todas las personas escuchaban a Jesús enseñar las mismas cosas, pero, algunos entendían Su enseñanza, y otros no. Era el entendimiento la clave del asunto. Una cosa es conocer algo, y otra muy diferente es entenderlo. Cuando uno entiende algo, hace suyo el conocimiento. Ese conocimiento deja de ser una simple información, deja de ser conocimiento, y ahora es parte de nuestra mente, pues ya lo hemos asimilado, y tras entenderlo, podemos actuar en consonancia con lo entendido.
El asunto era entender el significado de la parábola, o de lo que Jesús enseñaba. Había parábolas de fácil entendimiento, como por ejemplo, cuando Jesús dijo a Sus discípulos "ustedes son la luz del mundo". Era claro que sólo un verdadero discípulo de Jesús es la luz del mundo, capaz de iluminar en medio del lodazal de oscuridad que existe. Sin embargo, había parábolas cuya comprensión no era tan sencilla. ¿Qué quería decir Jesús con esta enseñanza? Era algo que los discípulos querían saber, y por ello le pidieron a Jesús que les diera entendimiento sobre el significado de esta parábola del sembrador y los diferentes terrenos en los que cayó.
En la exposición de razones que dio Jesús sobre por qué algunos entendían (los discípulos) y otros no, Él dice que "a cualquiera que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia, y a cualquiera que no tiene, hasta lo que tiene se le quitará". Jesús compara a Sus discípulos con las otras personas. Los discípulos "tienen", tienen la actitud de corazón correcta, que agrada a Dios para que se les conceda entendimiento. Mientras que los que no tienen esa actitud correcta, no pueden recibir entendimiento, y lo poco que tengan en entendimiento, les es quitado.
Jesús citó de las palabras que Jehová dijo a Isaías cuando le nombró profeta de Israel (Isaías 6:9, 10):
‘AL OÍR, USTEDES OIRÁN, PERO NO ENTENDERÁN, Y VIENDO VERÁN, PERO NO PERCIBIRÁN. 15 PORQUE EL CORAZÓN DE ESTE PUEBLO SE HA VUELTO INSENSIBLE, Y CON DIFICULTAD OYEN CON SUS OÍDOS, Y HAN CERRADO SUS OJOS. DE OTRO MODO, VERÍAN CON LOS OJOS, OIRÍAN CON LOS OÍDOS, Y ENTENDERÍAN CON EL CORAZÓN, Y SE CONVERTIRÍAN, Y YO LOS SANARÍA’.
El problema de los judíos de tiempos de Jesús era que su corazón se había vuelto insensible. En el griego original , la palabra que se traduce "insensible" es Pachuno, que es un verbo griego que significa "hacerse grueso, grasoso, hacerse estúpido". Si nos imaginamos un corazón literal recubierto de tejido adiposo, tanto a nivel arterial como en las membranas serosas que lo recubren, sabemos que eso es riesgoso para la salud. Así, en sentido espiritual, estaba el corazón de estos judíos: como si estuviera lleno de grasa, sin la capacidad de funcionar al 100%. El otro significado de tener un corazón insensible, es el de "hacerse estúpido", pero es una estupidez espiritual, se trataba de personas con plena capacidad mental, pero no la utilizaban para sopesar con la actitud correcta las verdades espirituales que enseñaba Jesucristo.
Los discípulos demostraron la actitud de corazón correcta, que agrada a Dios. Tenían fe (así fuera "poca", como les dijo Jesús a veces), eran obedientes, pero, por sobre todas las cosas, querían aprender de Jesús, sin prejuicios, con mente abierta. Y es que Jesús señaló que hay una relación entre entender el significado de Su enseñanza, convertirse y ser sanado por Él. Jesús buscaba la conversión de las personas, que se volvieran hacia el Padre, que le amaran con todo su corazón, mente, fuerzas y alma. Que dejaran de seguir un rígido y gastado sistema de religión farisaico, y se volvieran a adorar al Padre con espíritu y con verdad. Pero, no estuvieron dispuestos a hacerlo. Jesús lo ilustró como cuando una gallina busca reunir a los pollitos debajo de sus alas, pero ustedes no lo quisieron, dijo Jesús. ¿Resultado? "Su casa se les deja abandonada a ustedes" (Mateo 23:37-39).
Quien no ama a Dios, no está lo suficientemente interesado en la enseñanza de Jesús, y por tanto, no desea de corazón la verdad, ¿son merecedores de entender los secretos sagrados del Reino de los Cielos?
Las parábolas que usó Jesús revelaban los verdaderos motivos que habían en el corazón de las personas. Quien la escuchara, tendría que reaccionar al asunto. En pocas palabras: que aquel a quien le aplique, se dé por aludido. Además, Las parábolas que usó Jesús movieron a las personas a definirse, a proceder en un sentido o en otro, a ‘quitarse la máscara’, mostrando si eran o no siervos verdaderos de Dios. Cuando Jesús dijo por ejemplo: “El que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna”, “muchos de Sus discípulos se fueron a las cosas de atrás, y ya no andaban con él”. Así, Jesús ‘eliminó’ a todos aquellos que verdaderamente no creían de corazón. (Juan 6:54, 60-66).