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La Ley de Moisés que conduce a Cristo



Sobre la Ley de Moisés sabemos que fue el conjunto de 613 estatutos legales que YHWH dio a Israel, cerca del siglo XVI a. C., cuando la nación estaba en el desierto de Sinaí. La Ley de Moisés contenía importantes revelaciones divinas. Se reconocía a YHWH como el Soberano y Rey de la nación de Israel. La Ley de Moisés reconoce a YHWH como único Dios y la Ley manifestaba cómo ese único Dios deseaba ser adorado. 

Ciertamente, la Ley de Moisés incluía información sobre la relación que cada hombre y mujer mantendría con Dios y con su prójimo, y toda persona podía acercarse a Dios, siguiendo la Ley.

?Cuál era el objetivo de la Ley de Moisés? Que los israelitas fueran un pueblo de posesión especial, un “reino de sacerdotes y una nación santa”. La Ley exigía devoción exclusiva a YHWH, la prohibición absoluta de cualquier forma de unión de fes y las regulaciones concernientes a la limpieza religiosa y a la dieta alimentaria, constituían un “muro” para mantener a la nación bien separada de las otras naciones. Es decir, la Ley de Moisés era concebido como un "tutor", que guiara a los israelitas a un objetivo mayor: el Mesías, y su enseñanza. El apóstol Pablo, un israelita versado en la Ley de Moisés, dijo bajo inspiración divina: la Ley era un ‘tutor que conducía a Cristo’, y señaló hacia él como objetivo principal: “Cristo es el fin de la Ley”. La Ley también era “un modelo de las buenas cosas por venir”, y las cosas relacionadas con ella eran “representaciones típicas”, o tipos, de manera que Jesús y los apóstoles hicieron referencia a ellas para explicar algunos asuntos celestiales y referentes a entender el mensaje de Cristo. 


¿Cómo ver la Ley de Moisés?


Jesús mismo nos lo informa. En cierta ocasión a Jesús le preguntó a un fariseo, un maestro de la Ley de Moisés:  

Y uno de ellos, versado en la Ley, le preguntó, para probarlo: 

-Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley? 

Él le dijo: 

-Tienes que amar a YHWH tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente. 

Este es el más grande y el primer mandamiento. 

El segundo, semejante a él, es este: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo’. 

De estos dos mandamientos pende toda la Ley, y los Profetas.

Mateo 22:35-40


Jesús cumplió toda la Ley. De hecho, sólo Él, pudo haberla cumplido. Porque era perfecto, el único que entendió el significado y objetivo de la Ley de Moisés. Su respuesta a la pregunta del fariseo, maestro de la Ley, fue sintetizar los 613 mandamientos de la Ley en 2. ¿Por qué Jesús hizo eso?


Porque entendía el objetivo de la Ley. Era el amorEl amor a YHWH, y al prójimo como a uno mismo. De esos 2 mandamientos se sustentaba toda la Ley. Quizás alguien argumente:


¿No fue YHWH quien dio la Ley? ¿No significa eso que deberían seguirse guardando los mandatos de la Ley, considerarla como una forma de acercarse a Dios?

Para acercarnos a Dios, tenemos a Jesucristo, quien es "el camino" al Padre. Jesucristo, como Hijo de Dios, nos enseñó aspectos espirituales profundos que, aunque estaban delineados en la Ley, no eran entendidos. Era el Mesías quien debía iluminar sobre cómo adorar al único Dios en espíritu y verdad. 

Desde el punto de vista de Dios, la Ley de Moisés terminó con la muerte sacrificatoria de Jesús, para establecer una nueva relación con la Humanidad, una que estuviera basada en el amor. Por eso dijo Jesús:

Tanto amó Dios al mundo que envió a Su Hijo Unigénito, 

para que quien ejerza fe en Él tenga la vida eterna   


¿No es maravilloso pensar que Dios ama a la Humanidad, y por ese amor, nos envió a Su Hijo para poder relacionarnos con Él como nuestro amado Padre? La esencia de la enseñanza de Jesús fue el amor. La Ley de Moisés se basaba en reglas, mandatos y disposiciones legales. Jesús nos enseñó algo mejor: el amor, y la Ley de Cristo basada en amor. 

La Ley de Moisés fue convertida en un instrumento de manipulación y control sobre la gente, que en tiempos de Jesús sólo vivía en un ambiente de culpa y con el peso del Imperio Romano y el sistema farisaico. Jesús, con su mensaje y presencia, fue refrescante, dirigiendo a hombres y mujeres hacia Dios como su Padre, sin las cortapisas de la tradición religiosa.


¿Qué vale más para Dios? ¿Lo rígido, las tradiciones, las actitudes fanáticas y retrógradas? Si a Dios, ese Dios que es amor, le importa que un toro coma mientras trabaja trillando el grano, ¿cómo no le va a importar relacionarse en amor y libertad con sus hijos e hijas, hechos a Su imagen y semejanza? Los cristianos debemos ver la Ley de Moisés como una parte del propósito divino que ya pasó, que quedó en el pasado, y que mostró un objetivo mayor: Cristo. La Ley de Moisés fue un eslabón a un propósito divino mayor: el que cada hombre y mujer se descubra a sí mismo como Hijo e Hija de Dios, siendo plenamente consciente de su Imagen y Semejanza de Dios única, singular y plena, mediante Cristo Jesús.


Estas palabras nos ayuda a focalizar este punto:


Porque la Ley fue dada por medio de Moisés, 

la gracia divina y la verdad vinieron a ser por medio de Jesucristo.

Juan 1:17

La gracia divina y la verdad son por medio de Jesucristo. La Ley de Moisés fue una sombra de la gracia divina y la verdad. Jesucristo es la gracia divina y la verdad que YHWH nos dio para relacionarnos con ÉL.

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