La Profecía como Realidad
El teclado de la computadora, el ratón o mouse, el Internet, este blog son reales. Pueden verse y tocarse.
Calificamos de real todo aquello que podemos oler, tocar, gustar, ver y oír.
¿Podemos afirmar que el futuro es real, sino podemos experimentarlo por medio de los sentidos?
No solemos pensar en estas cosas. Parecen temas que pertenecen a los terrenos de la filosofía, o la teología.
Y ambas, francamente, parecen ser aburridas y poco prácticas.
Pero todos tenemos la curiosidad por conocer el futuro. De lo contrario, las personas no invertirían tiempo y dinero en consultar o leer pronósticos sobre su futuro.
Lo cierto del caso es que sí existe una fuente confiable a la cual acudir para conocer el futuro: la Biblia.
Ciertamente hay personas que al querer saber sobre el futuro, acuden al horóscopo, la astrología, las profecías de Nostradamus, Mayas, etc.
Y otros tantos acuden a la Biblia.
¿Sabía qué porcentaje de la Biblia está dedicada a la profecía?
De los cerca de 23,000 versículos de las Escrituras Hebreas o el llamado Antiguo Testamento, 6,641 contienen información profética acerca del futuro (29%); en el llamado Nuevo Testamento existen 7,914 versículos, de los cuales 1,711 contienen información profética (22%).
Lo que significa que de los alrededor de 31,000 versículos de toda la Biblia, 8,352 contienen profecía (27%).
En resumen: cerca del 25% de la Biblia es Profecía.
Eso indica que si de “Toda Escritura que es inspirada de Dios”, el 25% aproximadamente es profecía, eso quiere decir que es importante para el Autor de la Biblia, Jehová Dios, el dar a conocer el futuro, lo que ha de ocurrir.
Es en este punto en el que se plantea el ver la profecía bíblica como realidad.
Las profecías que están registradas en la Biblia son realidades. No podemos palparlas, olerlas o tocarlas. Pero son absolutamente reales, ciertas, verdaderamente son acontecimientos y sucesos reales.
¿Por qué es la Profecía una Realidad, si sucede en un tiempo futuro?
Hay que reconocer que en ESTE MOMENTO hay profecías bíblicas que se están cumpliendo. SON REALES. Tal vez hace 30 años uno dudaría de su cumplimiento. Pero, ¿dudarlo ahora? Sería absurdo, aunque eso es decisión personal confiar o no en la profecía bíblica.
La Profecía Bíblica es Real porque no es un mero vaticinio vacío de un suceso futuro.
La Profecía Bíblica es un mensaje inspirado o revelación que el Señor Soberano Jehová declaró en el pasado a hombres que fueron inspirados en su espíritu por medio del espíritu santo, y fueron influidos a poner por escrito lo que exactamente era la voluntad y propósito de Jehová, en una realidad espacio-temporal determinada.
Por ejemplo, una asombrosa profecía bíblica es la referente a la caída de Babilonia.
Los conocedores de la historia saben que dicha caída sucedió el 5 de octubre de 539 A. C.
Babilonia
Pero Jehová había predicho hacía 200 años ANTES del suceso que un gobernante llamado Ciro conquistaría Babilonia, que este desviaría las aguas del Río Éufrates, y que hasta las puertas de la ciudad quedarían abiertas (Isaías 44:27-45:3). ¿Sucedió así? De ello atestiguan los historiadores.
El punto es: ¿podría considerarse como una realidad un suceso predicho con 200 años de antelación? Sí, porque quien predice dicho suceso puede hacer que se realice. O puede conocer de antemano el futuro.
Para entender acertadamente el por qué son reales las profecías bíblicas, y por qué se puede confiar en ellas, repasemos brevemente 2 potestades de Dios: Presciencia y Predeterminación. Sí, Jehová puede preconocer y predeterminar el futuro.
PRESCIENCIA y PREDETERMINACIÓN
Dios tiene presciencia. La presciencia significa conocimiento de lo que ha de suceder o existir.
Dios puede predeterminar, que es elegir de antemano lo que va a ocurrir en el futuro: qué, dónde, cuándo, cómo, quién, quiénes, por qué, para qué.
¿Podemos entender esto?
Por supuesto.
Por ejemplo, el sábado 10 de abril juegan el Real Madrid y el Barcelona. Los seguidores del fútbol ya deben estar planeando de antemano dónde ver el partido, o si hacer una reunión para disfrutar el juego.
Hasta hay personas que cuadran en su agenda el viajar a Madrid, o a Barcelona en las fechas que juegan estos equipos para ver el partido allí, en vivo y directo, y disfrutar de la emoción del juego.
Lo mismo sucede con quienes quieren ver un juego Boca-River, o el Mundial de Fútbol. O adónde ir de compras. O ese vestido especial que combine con los accesorios precisos para lucir en una reunión de noche. Decidimos todos los días lo que queremos, cómo lo queremos, y cuándo lo queremos. Y hacemos todo lo necesario para realizarlo.
Son ejemplos de la vida real.
Todos los días hacemos elecciones: qué ropa ponerse, qué desayunar, a qué hora tomar el café de la tarde…
Por eso no puede sorprender que Dios tenga dicha capacidad, la de elegir y determinar qué ha de suceder.
Si podemos conocer algunas cosas de antemano y determinarlas, ¿sorprende que el Creador pueda hacerlo? La Biblia indica claramente que Dios puede preconocer y predeterminar. Jehová mismo muestra como prueba de su Divinidad esta capacidad de preconocer y predeterminar acontecimientos de salvación y liberación, y luego hacer que se realicen.
He aquí el punto clave del por qué debemos considerar toda
profecía bíblica como una Realidad:
La presciencia y la predeterminación de Jehová.
Cuando Dios ejerce su presciencia y predeterminación siempre es en sintonía con sus propósitos y su voluntad. Ya que los propósitos de Dios se cumplirán inevitablemente, Él puede operar mediante el Principio de Causalidad Causa-Efecto, preconocer las Causas que generarán los Efectos que Él ha determinado en Su Voluntad. Sólo Jehová puede Causar en forma absoluta cualquier realidad, en Cielo y Tierra, con los Resultados que Él se haya propuesto.
Recordemos que el nombre divino tiene un doble significado:
Jehová:
Génesis 2:4
Hebreo: יהוה (YHWH)
“Él Causa Que Llegue a Ser”
Ha‧wah, “llegar a ser"
Éxodo 3:14
“YO RESULTARÉ SER LO QUE RESULTARÉ SER.”
Hebreo: אהיה אׁשר אהיה (’Eh‧yéh ’Aschér ’Eh‧yéh)
Jehová es una forma de un verbo hebreo que tiene dos significados básicos:
“ÉL CAUSA QUE LLEGUE A SER”
Autoexistencia de Dios
“YO RESULTARÉ SER LO QUE RESULTARÉ SER”
El Que Se Propone
De modo que entendemos que el Nombre Divino es una manifestación de la Naturaleza del Ser de Dios.
Jehová, como Existente por Sí Mismo, y como Quien se Propone.
Pudo hacerlo porque, en virtud de su omnipotencia y sabiduría supremas, ninguna acción, circunstancia o contingencia que surgiera podría convertirse en un obstáculo insalvable o en un problema irremediable que impidiera la realización de su propósito soberano. (2Cr 20:6; Isa 14:27; Da 4:35.)
Una profecía es una Realidad, porque Jehová la HACE Realidad. Hace que suceda. Tiene TODO el PODER, todos los recursos necesarios para hacer que suceda.
Y es en este punto en el que podemos contrastar la profecía bíblica de TODA OTRA PROFECÍA NO BÍBLICA.
¿Qué origen o inspiración tuvieron las profecías mayas, las de Nostradamus, y tantas otras que circulan actualmente, particularmente aquellas que afirman que el mundo se acaba el 2012?
Jehová Dios no inspiró dichas profecías. No están en la Biblia. Si Dios no predijo el fin del mundo en una fecha definida, por ejemplo, el 2012, no es una profecía verdadera.
NO ES REAL.
REALMENTE NO SUCEDERÁ QUE EL MUNDO TERMINE EL 2012.
Porque la única profecía REAL es la que Jehová inspira, porque es el suceso que Dios preconoce y predetermina.
¿Significa esto que no estamos viviendo en tiempos señalados en los que se están cumpliendo Profecías Bíblicas?
Se están cumpliendo las profecías bíblicas, y eso evidencia que estamos viviendo sucesos reales, que podemos palpar, ver en las noticias, y hasta vivir día a día.
Ahora bien, el propósito de la Profecía Bíblica, de acuerdo a la voluntad de Jehová, es el de dar certeza, seguridad a quienes confíen en la Profecía Bíblica.
Por ejemplo, Jesús predijo una gran tribulación. ¿Puede dudarse de la realidad de este suceso? No.
¿Era el propósito de Jesús el de atemorizar a la gente que viviera durante ese tiempo? No. El propósito de la Profecía, incluyendo a las profecías que manifiestan el juicio divino, es el de dar advertencia de antemano. Hacer que quienes confían en Jehová estén alertas y preparados, y que no presten atención a enseñanzas y vaticinios falsos.
Jesucristo (que posee presciencia y predeterminación) predijo ciertas características y perfiles de cómo actuarían grupos de personas durante los días de Su Presencia. Jesucristo preconocía (no predeterminó) en qué resultaría la inclinación y actitud de corazón de la humanidad, y predijo las condiciones que existirían entre la humanidad para el tiempo de la “conclusión del sistema de cosas”, y también cómo se irían realizando los propósitos de Dios. (Mt 24:3, 7-14, 21, 22).
Jesucristo predijo que durante Su Presencia habrían personas que rechazarían la evidencia del cumplimiento de las profecías, y “no harían caso”, y las asemejó a la gente durante “los días de Noé”.
¿Cómo era la gente en los días de Noé?
Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre. 37 Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. 38 Porque como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres siendo dadas en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; 39 y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre.
Mateo 24:36-39
Jesús hace 2000 años no sabía el día ni la hora. En este momento debe saberlo. ¿Es posible predecir, hasta bíblicamente, que el fin predicho en la Biblia tiene fecha, digamos 2012 ó 2013? No. Jehová no estableció ningún modelo para vaticinar fechas. Predijo lo que necesitamos saber. Para quien se mantiene alerta, orando, y vigilando los sucesos, es indicación el cumplimiento real y veraz de la profecía bíblica para conocer la proximidad del fin.
Ahora bien, la gente en general no haría caso, como lo predijo Jesús, al comparar esta generación a la de los días de Noé, y a la de los día de Lot (Lucas 17:22-30).
Las profecías cumpliéndose, las evidencias allí cumpliéndose, predijo Jesucristo, y la vida continuaba, normal, sin mayores alteraciones. ¿No predijo Jesús que la gente se seguiría casando, comprando, edificando casas, o rascacielos, o grandes proyectos de construcción, comiendo y bebiendo? Sí, todo seguiría normal, HASTA que fuese el FIN. Que no será ni en el 2012 ó 2013, cosa que no predijo Jehová.
¿Es culpa de Jehová o de Jesucristo que la gente ELIJA ignorar la evidencia del cumplimiento de profecías bíblicas respecto de estos tiempos? No. Eso lo decide cada cual.
También Jesucristo predijo a otro tipo de personas:
10 Vírgenes: 5 Necias y 5 Discretas
3 Esclavos con Talentos: 2 Buenos y Fieles, y 1 Malo
Personas como Ovejas, y personas como Cabras
Los apóstoles Pedro, Pablo y Juan predijeron por espíritu santo:
El Hombre del Desafuero
El Anticristo
Y por supuesto, el libro de Apocalipsis, que se cumple durante el “Día del Señor”, también contiene información preconocida y predeterminada, real, sobre sucesos y personas reales, que viven en este momento.
Así que todos nosotros estamos en alguno de estos grupos. Lo queramos o no. ¿En cual se reconoce uno personalmente? Esa es quizás la gran pregunta personal que valdría la pena hacerse.