"En el Principio creó Dios los Cielos y la Tierra"
D i o s dice:
En el principio creé los Cielos y la Tierra.
Y nosotr@s decimos:
¿Ah, Dios? No te entendemos eso de que creaste todas las cosas, vamos, explícalo más, que sabemos que tú puedes hacerlo mejor.
Es un hecho que las nuevas generaciones, estando al tanto de los irrebatibles avances científicos, necesitamos información más real, conocimientos más precisos y más acordes a nuestra renovada realidad.
La Biblia inicia en Génesis 1:1 con estas palabras:
En el principio Dios creó los cielos y la tierra.
Esa declaración sencilla da inicio a revelaciones, conocimientos e informaciones que están escritas en las Sagradas Escrituras.
Indican que:
Existe un Dios
Ese Dios creó los Cielos y la Tierra
El Universo tuvo Principio, no siempre ha existido
Estas cuestiones han estado sobre el tapete en los últimos 200 años, debido a las Teorías de la Evolución de Darwin y la del ‘Big Bang’, por cierto, ideada por un jesuita belga, George Lemaitre, quien en 1927 sugirió que el Universo se inició con la explosión de un átomo primigeniol. Con el tiempo, la teoría de Lemaitre pasaría a llamarse la del ‘Big Bang’ debido a una broma de su máximo detractor, Fred Hoyle.
¿Resultaron ser la Teoría de la Evolución y la del Big Bang más esclarecedoras sobre el Origen del Universo y la Vida en la Tierra que el relato bíblico? Para pensar.
Casualidad o Causalidad, pero la semana de máxima efervescencia en el mundo religioso fue escogida por un grupo de científicos para dar su propia evidencia científica de la No Creación del Universo por Dios.
Precisamente en estos siete días “santos” se empeñaron en poner a prueba su ‘Maquina de Dios’, o LHC, con la que intentan demostrar que todo lo que existe en el universo, materia y vida, no se produjo en los celestiales siete días y siete noches que enseña el “cristianismo”, sino que surgió de una explosión instantánea: la del ‘Big Bang’.
"Cuando un protón lleva esta energía se puede comparar a la energía que tiene un mosquito cuando vuela en nuestra habitación. Sólo que hay que tomar cuenta que el mosquito es gigantesco en comparación con el tamaño del protón".
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Los más sofisticados artificios tecnológicos, y cerca de 10.000 científicos de diversos países y especialidades, han concentrado sus esfuerzos a 100 metros bajo tierra, en la frontera entre Suiza y Francia, para poner a prueba su ‘máquina de Dios’, mediante la cual lograron reproducir en condiciones experimentales de laboratorio el instante siguiente al ‘Big Bang’ y el origen del universo hace 13.700 millones de años, al chocar haces de protones a siete billones de electronvoltios, una energía nunca alcanzada en la historia de la humanidad.
¿Qué quieren saber estos científicos? Cómo la materia fue convertida en masa tras el ‘Big Bang’ y cuál es la oscura o invisible materia que conforma cerca de un 25 por ciento del universo. Los astrónomos y los físicos dicen que sólo el 5 por ciento del universo se conoce actualmente, y que el resto, invisible, se compone de la materia oscura y la energía oscura, que constituyen el 25 por ciento y 70 por ciento, respectivamente. Dicho en otras palabras, con esta investigación, que gira en torno a la búsqueda de la ‘partícula de Dios’ o ‘Bosson de Higgs’, se podría explicar de una buena vez el origen del universo.
Esta ‘máquina de Dios’ intenta reproducir el momento del ‘parto del universo’, y así, por fin, despejar la duda metódica de que si fue ‘Dios el que creó al hombre o si fue el hombre el que creó a Dios’.
Hay que reconocer que tendencias más vanguardistas de la teología moderna plantean teorías y creencias que, sin rebatir los hallazgos científicos, buscan puntos de encuentro, a través de los cuales es factible creer tanto en el ‘Big Bang’ como en un Dios de amor, pletórico de misterios para la ciencia y que sacrificó a su único hijo por la humanidad.
Según Gustavo Herrera, investigador participante en el proyecto:
"En el universo existe una cantidad de materia, pero, por alguna razón que no entendemos, 96% de esa materia no aparece por ningún lado. Los físicos la han llamado 'materia oscura'. No podemos verla, pero sabemos que está ahí porque sentimos sus efectos".
El LCH permite hacer colisiones a muy alta energía que muy probablemente producirán unas partículas llamadas súper simétricas. "Son gemelas de las partículas que ya conocemos", comentó el Investigador.
"De aparecer (las partículas súper simétricas), los detectores las van a medir y las podremos analizar. Eso explicaría una buena parte del 96% de la materia oscura que no vemos. Con ellas, las cuentas sobre el universo van a empezar a cuadrar".
"De hecho, nuestro planeta está permanentemente bombardeado por radiación cósmica. Las estrellas en las galaxias están emitiendo constantemente radiación que llega hasta la tierra. En muchos casos esa radiación es muy alta, mucho más alta que la que tenemos en el acelerador".
"En nuestra atmósfera, en nuestro planeta, en la luna y en otros planetas están ocurriendo interacciones mucho más violentas que las que reproducimos en el acelerador".
"Cada segundo, el Universo hace diez billones de veces el experimento del LHC. No hay nada que temer".
A través de este ciclo experimental se aguarda la reproducción de las condiciones que existían en los primeros instantes del universo, acercándose a 13.700 millones de años atrás. Se prevé que así se logrará saber mucho más sobre los componentes elementales de la naturaleza y su modo de interactuar. Igualmente, se podría avanzar en la comprensión de la materia oscura, lo cual ayudará develar parte del misterio de la composición del universo.
¿Cuadrar cuentas?
Si uno se ciñe al método científico, se realizan experimentos para OBSERVAR el fenómeno estudiado.
¿Es posible recrear las condiciones del gran Principio del Universo?
No.
El Principio del Universo es, una Singularidad. Un hecho irrepetible, no reproducible.
Concuerda con la declaración del Creador del Universo, que dice que hubo un PRINCIPIO del Universo.
Hoy mismo, en un mundo sin verdades ideológicas, tanto la filosofía como la religión presionan en la vida cotidiana de los hombres y mujeres poniendo sobre el tapete de la globalización la cuestión de la espiritualidad salvadora.
