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Temor de Dios


Uno de los sentimientos más inexistentes en la actualidad es el Temor de Dios.

El Temor de Dios, o devoción piadosa no es un sentimiento de veneración religiosa. Tal como “la fe sin obras está muerta”, así también el Temor de Dios tiene que verse en la vida propia.

En el libro Palabras griegas del Nuevo Testamento, William Barclay escribió:

“Eu·sé·bei·a (la palabra griega que se traduce por devoción piadosa, o temor reverente a Dios), y otras palabras relacionadas no sólo expresan temor y reverencia, implican también la adoración que conviene con ese temor y la vida de activa obediencia propia de esa actitud reverente”.

Eu·sé·bei·a se define además como “una muy práctica consciencia de Dios en todo aspecto de la vida” (The Second Epistle General of Peter and the General Epistle of Jude [La segunda epístola general de Pedro y la epístola general de Judas], por Michael Green).

El Temor de Dios es una práctica consciencia de Dios en todo aspecto de la vida. Se es tan temeroso de Dios cuando se siente admiración por la maravilla de la Creación, como en el trato diario con otras personas.


Galaxias NGC 2207 y IC 2163

De que el Temor de Dios está ligado al trato que se da a otras personas, es un hecho claro.

En el siglo V a. C., un hombre llamado Nehemías era el gobernador de Judea. Relata él sobre una situación que se había suscitado antes de que él gobernara:

"En cuanto a los gobernadores anteriores que me habían antecedido, ellos lo habían hecho pesado sobre el pueblo, y siguieron tomando de ellos, para pan y vino, cuarenta siclos de plata diarios. También, sus servidores mismos se enseñoreaban dominantemente del pueblo. En cuanto a mí, yo no hice así a causa del temor a Dios".

Los anteriores líderes tomaban pan y vino, y dinero de la gente del país. Y se enseñoreaban dominantemente de otros.

¿Y Nehemías? No tomó ni dinero ni comida de nadie ni se enseñoreó, o se puso a actuar de mandamás sobre otros por causa del Temor a Dios.

Del Temor de Dios se dice que es el principio de la sabiduría. ¿Por qué? Porque el hombre o la mujer que teme a Dios, y evita actuar en contra de los Principios establecidos por Dios inicia un camino de vida rumbo a la sabiduría. Temer a Dios es sabio.

Hoy en día muchos hombres que dicen ser cristianos tienen autoridad sobre otros. ¿Cómo la ejercen?

¿Cómo tratan a su esposa?

Un hombre casado dio consejos sobre cómo ser un esposo que teme a Dios. Dijo:

"Ustedes, esposos, vivan con sus esposas con conocimiento, dándoles honra como a un vaso más débil, el femenino, porque ustedes también son herederos con ellas del favor inmerecido de la vida, a fin de que sus oraciones no sean estorbadas".

¿Qué es eso de honrar a la esposa? Significa tratarla por lo que ella es, como una persona por derecho propio. Con aprecio, valor, y respeto por sus opiniones, su visión de los asuntos.

El hombre temeroso de Dios que honra a su esposa nunca la somete a agresiones físicas ni a trato humillante o despectivo que la haga sentir inútil, poco valorada y apreciada.

¿Cuántos hombres reclaman y exigen respeto como líderes o guías espirituales pero degradan a la mujer, a lo femenino, comenzando por sus propias esposas?

El Temor de Dios es real, práctico.

No se puede decir que Teme a Dios un hombre que golpea a su esposa, la maltrata habla índole con rudeza, con ironía o con desdén, y luego va y pretende que Dios le oiga o le ayude.

Peor aún, cuántos hombres de ese tipo se paran en un púlpito, o en un lugar a enseñar a otros. Son luz para la calle, y oscuridad en sus casas, diría el dicho popular.

En estos tiempos en los que se cuestiona el rol de la Iglesia Católica sobre la pederastia, ¿qué rol ha jugado esta Iglesia, y la religión "cristiana" en general por fomentar un auténtico sentimiento de Temor de Dios?

Culturalmente América Latina se ha caracterizado por ser una sociedad machista. Y lo peor del caso, es el de aquellos que en el nombre de Dios y usando argumentos bíblicos, pretenden ejercer sobre otros una supuesta autoridad sobre la mujer, y sobre los más débiles, actuando como auténticos tiranos.

Si así como se dice que quien no ama a otro, no puede decir que ama a Dios, a quien no ha visto, igualmente válido es decir que quien no respeta y valora a otras personas, y más si están bajo su responsabilidad, hipócrita sería si dice ser temeroso de Dios.

Y es que el Temor de Dios es un sentimiento de tener miedo de Dios. Miedo de las consecuencias y los resultados que conlleva creer que uno se puede burlar de Dios. De Sus Principios, de Su Persona.

Creer que uno puede juzgar a otros sin primero mirarse en un espejo y sacar del propio ojo todas las vigas que uno lleva adentro. El Temor de Dios implica ser honesto con uno mismo. No ir a engañar a otros vendiendo una imagen, una fachada de algo que no se es.

Con razón el Apocalipsis indica que habría un llamado universal a Temer a Dios y darle gloria. ¿Cómo hacerlo?

Tratando con respeto, consideración y honra a otras personas, comenzando por las personas más cercanas a uno. Y dejar de actuar con un divorcio entre lo que se predica como norma de vida y lo que se vive.





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