Respondiendo a la pregunta sobre cuál sería la señal de Su Presencia, Jesucristo culminó al respuesta con 3 parábolas o ilustraciones: las vírgenes insensatas o necias y las prudentes, la de los esclavos y los talentos, y la de las ovejas y las cabras reunidas delante del pastor.
Hubiera sido fácil que Jesucristo dijera:
"Miren, en este tiempo ustedes sabrán que estoy presente, y lo que tienen que hacer es esto, esto y aquello". Sí, hubiera sido fácil saber la fecha, y quien viviera en la fecha pues actuara de acuerdo a lo que claramente Jesucristo expuso que se hiciera.
No fue así. La señal de Su Presencia la dio, e indicó 3 parábolas que de formas diversas, manifiestan diferentes realidades espirituales que se darían durante Su Presencia.
La primera parábola es la de las vírgenes prudentes y las necias. 10 en total: 5 y 5.
La lectura de las palabras de Jesucristo añaden detalles sobre lo que 5 hicieron y lo que 5 no hicieron:
El número 10, simbólicamente representa lo completo, desde el punto de vista de la Tierra y los asuntos terrestres. Así que las 10 vírgenes en total, representan a todos los que afirman ser cristianos. No importa su denominación, dicen seguir a Jesucristo.
Todas lo esperan. No existe grupo de seguidores de Jesucristo que, de una forma u otra, no espere a Cristo. Desde los que esperan el Rapto o Arrebatamiento, hasta los que esperan Su Presencia, o el Armagedón, todos esperan a Jesucristo en Su Venida.
La espera ha sido larga. Por eso dice la parábola que como el novio se tardaba, todas se duermen.
Pero a la medianoche, ¡por fin! llega el Novio. Las vírgenes todas se despiertan. Es hora de entrar al banquete de bodas. Pero la costumbre dictaba que había que alumbrar el camino con las lámparas encendidas. Hace 2.000 años no había calles iluminadas con faros o luces eléctricas. Para que hubiera luz en la noche, necesario era tener una lámpara encendida con aceite.
5 vírgenes tenían aceite extra en sus lámparas. Habían tenido la previsión de guardar más aceite por si acaso el novio se demoraba, lo cual era costumbre. Así que 5 vírgenes fueron sensatas, o prudentes, porque actuaron con sentido común.
¿Qué cosa extraordinaria hicieron las 5 vírgenes prudentes? Ser previsivas. Tener reserva de aceite, para encender la lámpara. ¿Era muy importante esto?
El aceite representa el espíritu santo de Dios. Recordemos que en el Tabernáculo había aceite, que alimentaba al candelabro de 7 brazos, y era la única luz del Lugar Santo. El espíritu santo es el que permite la iluminación, el poder entender o discernir las cosas del espíritu de Dios. Por eso Pablo oraba que a los efesios, Dios les iluminara los ojos de su corazón.
El espíritu santo (aceite) es depositado por Jehová en la mente y el corazón. No es que una vez se recibe, siempre se tiene. Por eso Jesucristo enseñó a orar pidiendo espíritu santo. Dios no da espíritu santo a una persona simplemente porque es buena, o hace obras. Dios no da el espíritu por medida, lo da liberalmente... o no lo da en absoluto.
El punto es que Jesucristo ilustró que sencillamente en el momento más oscuro, más crítico, como si se tratara de la medianoche, cuando todo está en oscuridad y en silencio... Él llega. Y es en ese momento, cuando se manifiestan las acciones y actitudes de quienes dicen seguirle.
Las vírgenes necias fueron todo lo contrario. No oraban, no pedían espíritu santo, se contentaron con obras, con exhibir ante otras personas lo "espirituales" que eran, "buenas" personas. Delegaron en otros la responsabilidad de iluminarles espiritualmente.
Hay quienes quieren hacer una especie de "copiar y pegar" de la espiritualidad de otro. Quieren entender lo que otros entienden, o discernirlo. Pero no quieren pagar el precio. Como las vírgenes necias, pretenden que lo que costó esfuerzo y sacrificio, y pagar el precio espiritualmente, se les den en términos de sabiduría y entendimiento.