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Confía en Jehová con todo tu corazón

¿Se puede realmente confiar en alguien hoy en día?

Esa es una buena pregunta.

Vivimos en medio de personas que no tienen escrúpulos en mentir, engañar, faltar a su compromiso, cunde la deshonestidad a todo nivel.

Y también sabemos que uno mismo actúa de una forma impredecible. Bien declaró un escritor bíblico:

Pongamos la lupa en esta frase "corazón
traicionero".

¿Qué significa?

El corazón, en la Biblia, representa
el centro de las emociones, lo que es el hombre o mujer interior, manifestado en todas sus diversas actividades:


Deseos

Afectos

Emociones


Pasiones


Propósitos


Pensamientos


Percepciones


Imaginaciones


Sabiduría


Conocimiento


Habilidad


Creencias


Razonamientos


Memoria


Consciencia

Esta lista de los componentes del corazón figurado, muestra que el mismo no es sólo emoción, ni se limita al intelecto.

La palabra corazón aparece alrededor de 900 veces en la Biblia.

Pero las 2 primeras menciones se hacen con referencia a 2 corazones distintos:
El corazón del hombre antes del Diluvio, y el de Jehová:

Génesis 6:5-6
Por consiguiente, Jehová vio que la maldad del hombre abundaba en la tierra, y que toda inclinación de los pensamientos del corazón de este era solamente mala todo el tiempo. 6 Y Jehová sintió pesar por haber hecho a hombres en la tierra, y se sintió herido en el corazón.

Reflexionemos.

TODA INCLINACIÓN DE LOS PENSAMIENTOS DEL CORAZÓN era SOLAMENTE MALA TODO EL TIEMPO.

Es decir, que al ver la maldad sobre la Tierra, Jehová sabía que el origen de ese mal radicaba en la inclinación de los pensamientos del corazón de la gente. Podemos entenderlo como cuando vamos a hacer compras de frutas, y las vemos TODAS podridas.

Existe una relación clara entre PENSAMIENTOS DEL CORAZÓN y MALDAD.

Por eso no sorprende que siglos después del Diluvio, Jesucristo advirtiera sobre la naturaleza del corazón:


Marcos 7:20-23

Además dijo: “Lo que procede del hombre es lo que contamina al hombre; 21 porque de dentro, del corazón de los hombres, proceden razonamientos perjudiciales: fornicaciones, hurtos, asesinatos, 22 adulterios, codicias, actos de iniquidad, engaño, conducta relajada, ojo envidioso, blasfemia, altanería, irracionalidad. 23 Todas estas cosas inicuas proceden de dentro y contaminan al hombre”.

Evidentemente, uno ve lo externo. Dios ve lo interno. Uno ve la conducta, la actitud o el hecho. Jehová ve lo que motiva u origina las acciones. Dios ve el corazón.

Así que si el corazón de Jehová se sintió herido por ver la maldad en el corazón del hombre, entendemos que se sintiera herido en su corazón.

Caso contrario, indica la Biblia que quien actúa en integridad regocija o alegra el corazón de Dios:

Proverbios 27:11
Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con escarnio.

Es capaz Jehová de amar intensamente:

Sofonías 3:17 (SSE)

El SEÑOR está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cantar.

Queda claro que hay un claro contraste entre el corazón humano y Jehová.

Si la inclinación de los pensamientos del corazón del hombre es solamente mala todo el tiempo, ¿extraña que se diga que el corazón humano es traicionero, si la inclinación de los pensamientos tiende a lo malo y no a lo bueno?

Hebreos 4:12 explica que la Palabra de Dios, como si de una espada aguda de doble filo se tratara, puede “discernir pensamientos e intenciones del corazón”.

Si recordamos este proverbio:


Proverbios 3:5
Confía en Jehová con todo tu
corazón,y
no te apoyes en tu propio entendimiento.


Los proverbios son poesía hebrea. Este proverbio está escrito en forma de paralelismo antitético. Eso significa que el escritor bíblico, Salomón en este caso, coloca dos ideas que son antítesis, ideas contrarias entre sí.


Veamos este gráfico:
Representa las dos acciones opuestas que describe Proverbios 3:5.

La confianza en Jehová vs
la confianza en el propio entendimiento, apoyarse en la propia inteligencia.

Son dos acciones opuestas, porque apoyarse en el propio entendimiento implica confiar en el propio corazón, en el que se describe como más traicionero que cualquier otra cosa, y desesperado.


No necesitamos teorizar sobre los resultados de confiar en uno mismo o en hombres, y los resultados de quien confía en Jehová con todo su corazón. El contexto, o los versículos anteriores a Jeremías 17:9 nos aclaran este asunto:
Jeremías 17:5-9 indica:


Jeremías 17:5-8


Esto es lo que ha dicho Jehová: “Maldito es el hombre físicamente capacitado que cifra su fiada expectativa en el hombre terrestre y realmente hace de la carne su brazo, y cuyo corazón se aparta de Jehová mismo. 6 Y ciertamente llegará a ser como un árbol solitario en la llanura desértica y no verá cuando venga el bien; sino que tendrá que residir en lugares abrasados del desierto, en una región salada que no está habitada. 7 Bendito es el hombre físicamente capacitado que confía en Jehová, y cuya confianza Jehová ha llegado a ser. 8 Y ciertamente llegará a ser como un árbol plantado junto a las aguas, que envía sus raíces al mismísimo lado de la corriente de agua; y no verá cuando venga el calor, sino que su follaje realmente resultará frondoso. Y en el año de sequía no se inquietará, ni dejará de producir fruto.




Podemos ilustrarlo así:

























El consejo bíblico es claro: la única persona digna de plena confianza absoluta es Jehová Dios, en quien se nos insta a confiar con TODO el corazón. No con un 2% ó 99,99%. Es con todo el corazón, al 100%.

¿Es fácil eso?

No.

Pero el primer paso consiste en reconocer, ser consciente de la necesidad de confiar en Jehová, y no confiar en el criterio propio sobre los asuntos.

De ese reconocimiento inicial, se originan las acciones que inician el camino a la confianza en Jehová con todo el corazón.
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