Notas sobre la Sabiduría de Dios
Sabiduría.
En el griego antiguo, se le llamaba seneralmente, sophia, que se traduce "sabiduría". No es cualquier sabiduría. Es la sabiduría de las realidades últimas. Es "conocimiento de las cosas, tanto humanas como divinas, y de sus causas".
Conocimiento de la causalidad de las cosas. Sobre el origen de todo cuanto existe. De la Mente Suprema que es Absoluta, Trascendente y Eterna, poseedora de todo cuanto es, fue y será. Eso es la Sabiduría de Dios, Su Sofía.
Si buscamos en la Wikipedia, esta es la definición que se da de Sophia:
"Sofía es adoptado como el término en la Septuaginta para el hebreo (hebreo: חכמות) Ḥokmot. En el judaísmo, chokhmah aparece junto con el shekhiná, 'la Gloria de Dios', una figura que desempeña un papel fundamental en la cosmología, como una expresión del aspecto femenino de Dios. Es un tema central en los libros "sapienciales" como el Eclesiastés y el Libro de los Proverbios. Un pasaje central que personifica a Sabiduria/Sofía en la Biblia hebrea es Proverbios 8:22-31".
La sabiduría de Dios, según esta referencia, está ligada a la shekinah de Dios. La shekinah era la luz divina que alumbraba al Santísimo del Templo de Dios, y que se posaba sobre el arca del pacto.
Y esto nos permite entender una relación: la Presencia de Dios, y Su gloria, se manifiestan en la forma de luz divina y sabiduría. Es la sabiduría de Dios uno de Sus atributos más excelsos, regalo de Jah a Salomón, tras una noche de sueño profético.
Donde está la Presencia de Dios, hay luz y sabiduría. Debemos concordar con eso, porque, ¿quién al entender o discernir claramente un asunto, particularmente un asunto oscuro, dice que por fin "ve la luz"?
Y no hay sabiduría de Dios, o Sophia, sin un conocimiento puro y simple de la verdad. La verdad, esa que dijo el Maestro, que al conocerla, libera. Hace libre.
La palabra sabiduría en hebreo, griego y español es femenina. En Proverbios capítulo 8, clama, da voces, grita para ser tomada en cuenta. La sabiduría de Dios es un atributo femenino. Ve más allá de lo obvio, es más profunda, más ligada al corazón. No es basada en lo aparente, en lo que se ve a simple vista. Es la sabiduría de los detalles, de la observación penetrante y sagaz de lo oculto, o de aquello que es mostrado públicamente, pero tiene sus costuras. Por eso tiene el brillo de la ternura de la madre, la sonrisa coqueta de la novia, y la fuerza del amor de la esposa. Todas son mujeres, en diversas épocas, momentos y vivencias, con la fuerza de su amor. Y en todas ellas, está el misterio de la sabiduría de Dios, que se llama a sí mismo como una madre que acoge, incapaz de dejar de dar cariño a su hijo, así sea ya entrado en años. Sobre su rodilla, le pone y le acaricia, como narra el profeta Isaías.
También Jesús, llamado, la sabiduría de Dios proféticamente en Proverbios 8, se identifica con una gallina que busca reunir a sus crías. Pero la maldad de otros no lo permite. Pero así está, el amor del Hijo de Dios, tierno, en sabiduría pura de Dios.
La sabiduría o sophia de Dios es Su Mente, Sus pensamientos, más altos que los de cualquier mortal. Elevados, profundos, llenos de amor, de bien, de verdad y luz. Así piensa Dios, cuyos pensamientos son más que los granos de arena del mar. Y a pesar de estar lleno de pensamientos divinos, el Todopoderoso es absolutamente consciente del gorrión que cae a tierra, de los cabellos que tenemos, de la hoja que cae. TODO está en la Mente Divina, nada escapa a Su Ojo.