El Hijo de Dios
15 "Entonces respondí: "¿Quién eres, Señor?"
"Él me contestó: "Yo soy Jesús. Es a mí a quien estás persiguiendo.16Levántate, porque me he aparecido ante ti para nombrarte como uno de mis servidores. Quiero que anuncies lo que ahora sabes de mí, y también lo que sabrás después.17 Te enviaré a hablar con los judíos y con los que no son judíos, y no dejaré que ninguno de ellos te haga daño.18 Quiero que hables con ellos para que se den cuenta de todo lo malo que hacen, y para que comiencen a obedecer a Dios. Ellos ahora caminan como si estuvieran ciegos, pero tú les abrirás los ojos. Así dejarán de obedecer a Satanás y obedecerán a Dios. Podrán creer en mí, y Dios les perdonará sus pecados. Así serán parte del santo pueblo de Dios".
Hechos de los Apóstoles 26:12-18
Biblia en Lenguaje Sencillo
Saulo de Tarso era un furibundo fariseo. Tenía su propia religión, a la que creía correcta, y que Jehová la respaldaba. Por eso perseguía ferozmente a los seguidores de Jesús, quienes creían que Jesús de Nazaret era el Mesías.
Pero Jehová tenía otro propósito para Saulo. Saulo era un "instrumento escogido" para el propósito divino.
Y Saulo se enteró de su misión divina por medio de Jesús mismo. ¿Qué Jesús?
¿El del pesebre? ¿El que murió por nosotros, traicionado, azotado y con la corona de espinas?
No. Era el Jesús que ahora había adquirido una posición más encumbrada que la que había tenido antes de venir a la Tierra.
Ese era el Jesús que Saulo de Tarso conoció, y el que en "visiones y revelaciones sobrenaturales" le suministró a Pablo conocimientos que fueron dados a él, y de los cuales llegó a ser administrador, para dar a conocer verdades reveladas a los creyentes en el Siglo I.
Es en la carta a los Hebreos en la que Pablo ofrece vislumbres de conocimientos revelados por el espíritu santo acerca de Jesús, y su singular posición el propósito divino.
Leemos:
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los antepasados por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo y por quien asimismo hizo el universo. Él, que es el resplandor de su gloria, la imagen misma de su sustancia y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.
Hebreos 1:1-4
RVR1995
Dios...nos ha hablado por el Hijo
Pablo inicia su exposición sobre Jesús haciendo referencia a Dios, a Jehová Dios. ¿Por qué? Porque Jehová, que se comunicó en el pasado por medio de profetas, ángeles, en fin, por los medios que tuvo a bien, tal como lo predijo Moisés, que habría un Profeta Mayor que vendría, ese resultó ser Jesús de Nazaret. Para Pablo, era Jesús el medio por el cual el Padre se reveló a sí mismo a la Humanidad por medio de Jesús.
¿No había sido suficiente revelación de Dios a la Humanidad los milagros que registran las Escrituras Hebreas, la misma Ley de Moisés, y los tratos de Dios con Israel? No, la revelación de Dios a la Humanidad ha sido progresiva, y a lo largo del desarrollo histórico que vemos en la Biblia es evidente que Jehová se ha revelado a sí mismo, dándose a conocer. Pero es en Cristo Jesús que se establece el punto culminante de la revelación de Jehová a sí mismo a la Humanidad.
Pablo no inicia su carta haciendo alusión a los milagros de Jesús, o su muerte en sacrificio. Dirige su foco de atención hacia Cristo Jesús, como Enviado de Dios.
Pero, ¿quién es este Jesús por medio de quien Dios habla?
Es Hijo. El Hijo de Dios. Ciertamente podemos afirmar que todos por ser creado por Dios somos sus hijos e hijas. Pero hay UN HIJO. Un singular Hijo.
De ello da testimonio el apóstol Juan:
Y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan 1:14 (LBLA)
Es Jesús el Unigénito de Dios. El Único creado directamente por Jehová Dios.
De sí mismo dijo Jesús:
De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.
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Buscan señales del bosón de Higgs, una partícula subatómica también llamada la "partícula de Dios" que, según ellos, es crucial para la comprensión actual de la física. La teoría indica que provee de masa a todo en el Universo.
Es excelente que el hombre, en su afán de saber busque respuestas.
¿No provee la Biblia respuestas sobre el Origen del Universo?
Sí, y se explica en parte en estas palabras:
Por quien asimismo hizo el universo.
¿Quién creó el Universo?
Jehová Dios, usando a Su Hijo como Obrero Maestro, por medio del cual creó el Universo.
Entendemos que para crear el Universo se requieren de dones y cualidades divinas. ¿Las posee el Hijo de Dios? ¿Quién es el Hijo Unigénito? Es:
Resplandor de su gloria (de Jehová), la imagen misma de su sustancia y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder
Jehová es inconmensurable y sublimemente glorioso. No podemos dimensionar plenamente en nuestra mente ese hecho. Pero entendemos que en el Hijo habita la plenitud divina de Jehová, siendo el Hijo el resplandor de la gloria de Jehová. Es la imagen de la sustancia y ser de Jehová, y quien sustenta el Universo y todo lo creado por su poder.
En otras palabras: este Hijo Unigénito por sí solo puede sostener y sostiene TODO cuanto existe, tan sólo por la Palabra de Su poder. Sólo a Jehová no sostiene Jesús por la Palabra de Su poder. Jehová en sí mismo se sustenta, sustenta al Hijo, y a TODO cuanto existe.
Eso lo explicó en palabras sencillas el apóstol Pablo.
Juan en su evangelio sobre Cristo lo introduce con estas impactantes palabras sobre Jehová y Su Hijo Unigénito:
En el principio era el Verbo,
el Verbo estaba con Diosy el Verbo era Dios.
Este estaba en el principio con Dios.
Todas las cosas por medio de él fueron hechas,
y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho.
Juan 1:1-3
RVR1995
El Verbo, o Palabra es Jesús. Y en el Principio u Origen de TODAS las cosas, sea en los Cielos o en la Tierra, estaba con Dios, Jehová Dios, el Todopoderoso.
Y por medio de este Verbo, Jesucristo, TODAS las cosas fueron hechas.
¿Era Dios el Verbo?
Sin dudas.
No hemos de creer que un Ser que sostiene TODAS las cosas por la palabra de su poder sea menos que un Dios.
¿Significa eso algo negativo para el Padre?
No en absoluto, porque son 2 personas distintas, con personalidad y figura propia. Siendo Jesucristo el reflejo del resplandor de la Gloria del Padre.
Notemos que en las Escrituras es Jesús reflejo del Padre, pero JAMÁS se dice que el Padre sea reflejo del Hijo. ¿Por qué? Por que el Padre es el Dios Todopoderoso, Origen de TODO, incluyendo a Jesús. Jesús no originó a Jehová. Jehová originó a Jesús, a Su Hijo Unigénito.
Que el Hijo es Dios lo indica el propio Pablo en su carta a los Colosenses:
Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad.
Colosenses 2:9
RVR1995
¿Por qué el Hijo es Dios, si se supone que sólo Jehová es Dios, y la Biblia reitera que es el Único Dios Verdadero?
100% cierto. Pero hay una diferencia entre la Divinidad de Jehová y la de Jesucristo:
Jehová es Dios por sí mismo, por Sustancia, por Su Ser. Por derecho propio.
¿Por qué el Hijo de Dios es un Dios? Colosenses 1:19 responde:
Reina-Valera 1960
por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
porque al Padre agradó que en él (Cristo Jesús) habitara toda la plenitud
Nota de la Reina-Valera 1995 sobre Colosenses 1:19:
Colosenses 1:19 Al Padre agradó que en él habitara toda la plenitud: Otras posibles traducciones son: Dios quiso que en él residiera toda la plenitud o toda la plenitud quiso residir en él. La plenitud puede entenderse como todo el poder de Dios, como todo el ser de Dios, o como toda la plenitud de lo creado. La misma palabra plenitud se usa en Ef 1.23; 3.19; 4.13 y Col 2.9, pero no siempre con el mismo significado concreto.
De manera que la Divinidad del Hijo de Dios no la posee como la posee el Padre. El Padre es esencialmente, en Su Ser, Dios, plenamente, por sí mismo. El Hijo de Dios es un Dios porque al Padre le agradó, o fue Su Voluntad soberana conferirle a Su Hijo la plenitud de la Divinidad que Dios es.
Si el Padre es Dios por sí mismo, y Cristo Jesús es un Dios porque le fue conferida la cualidad divina por voluntad del Padre, se deduce que no son dos personas iguales, puesto que lo mayor bendice lo menor, quien posee da de lo que tiene. El Padre puede hacer de el Hijo un Dios, pero el Hijo no puede hacer del Padre un Dios.
¿Detrae de reverencia hacia el Único Dios el Padre el hecho de que sea Su Hijo Jesucristo un Dios, una Divinidad? No.
La Divinidad de Jesús fue y es la voluntad del Padre. No es el Hijo un Dios rival, que desea ser adorado con reverencia. Al leer los capítulos 4 y 5 de Apocalipsis, leemos cómo las criaturas celestiales en su conocimiento y consciencia de quién es Dios el Padre y quién es el Hijo, otorgan a cada cual lo que en derecho a cada uno le corresponde:
Biblia al Día:
Revelación 4:9-11
Rev 4:9 Cada vez que estos seres vivientes daban gloria, honra y acción de gracias al que estaba sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, 10 los veinticuatro ancianos se postraban ante él y adoraban al que vive por los siglos de los siglos. Y rendían sus coronas delante del trono exclamando:
Rev 4:11 «Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron creadas.
Vale la pena recordar con gratitud lo que hizo Jesús por cada uno de nosotros.
Pero también es importante reflexionar en esa posición singular del Hijo, quien es Señor para la Gloria de Dios el Padre