El Tiempo Sincrocuántico
Somos conscientes del tiempo. Sabemos qué día es hoy, tenemos reloj para estar al tanto de la hora. Nuestro organismo sabe cómo reaccionar ante los ciclos del día y la noche, y nuestro bioquímica está ajustada al tiempo diario.
Si los humanos tenemos consciencia del tiempo, la tenemos porque fuimos creados a "Imagen y Semejanza" de Dios. Expresó el rey Salomón: "Para todo hay un tiempo señalado, aun un tiempo para todo asunto bajo los cielos".
Necesariamente concordamos con él. Todo tiene su tiempo. En los Cielos, y en la Tierra.
De Jehová, dice la Biblia que “Todo lo ha hecho bello a su tiempo. Aun la eternidad ha puesto en el corazón del hombre, para que la humanidad nunca descubra la obra que el Dios verdadero ha hecho desde el comienzo hasta el fin”.
Sobre el Tiempo de Dios, uno quisiera entender cuándo actúa Dios. Indica la Biblia que Dios opera Todas las cosas de acuerdo a Su Voluntad, lo que incluye el control del tiempo.
Una muestra de que Dios controla Su tiempo, recordemos que en algún momento, cuando Jesús hablaba sobre el tiempo de Su Presencia, Cristo afirmó no saber sobre el día y la hora, del Fin del Sistema u Orden de Cosas. Si Cristo no tenía conocimiento al 100% de los Tiempos de Dios, está claro que Jehová se reserva para sí los Tiempos. Y qué sucede durante esos tiempos.
En cierta ocasión, Jesucristo, corrigiendo las expectativas erróneas de sus apóstoles, sobre cuándo comenzaría a regir como Rey, les dijo: "No les pertenece a ustedes adquirir el conocimiento de los tiempos o sazones que el Padre ha colocado en su propia jurisdicción". Punto.
Jesús aclaró a sus apóstoles algo que para Él era una verdad absoluta: Jehová es el que tiene bajo su autoridad y dominio el tiempo.
Por cierto, en las Escrituras Griegas hay dos tipos de tiempos: kjró·nos y kai·rós.
El tiempo kjró·nos es el que indica la duración del tiempo: 1 hora, 2 meses, 3 años, 5 días, esos son tiempos kjró·nos. Los tiempos kai·rós son tiempos señalados por Dios en los que eventos, acontecimientos y circunstancias suceden, o es el tiempo propicio para que el propósito divino se materialice.
Cuando Jesús expresó que Dios es Quien tiene autoridad sobre el tiempo, señalaba a ambos tiempos: el tiempo literal, y el tiempo o momento histórico en el que Jehová estableció que debe suceder un acontecimiento, o una sumatoria de eventos.
Así como nuestros relojes de la actualidad son indicadores de tiempo, Jehová, el Creador, ha puesto en movimiento gigantescos indicadores de tiempo —la Tierra al girar sobre su eje, la Luna al dar vueltas alrededor de la Tierra, y el Sol— para que el hombre, desde su punto de vista en la Tierra, pueda estar informado del tiempo con exactitud. “Y Dios pasó a decir: ‘Llegue a haber lumbreras en la expansión de los cielos para hacer una división entre el día y la noche; y tienen que servir de señales y para estaciones y para días y años’.”
Dios determina si un día dura 24 horas. O dura un poco menos. O si un mes es de 30 días, o si un año es de 365 días, o de 360 días.
El punto es que tenemos cómo conocer y entender la exactitud de los tiempos, lo cual nos sirve, y nos permite vivir.
Pero, al leer la Biblia, nos topamos con el problema de no entender el concepto de Tiempo que maneja Jehová.
Por ejemplo, indica la Biblia:
"¡Ay de la tierra y del mar!, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo".
Recordemos que esto sucede tras la derrota de los seres espirituales contrarios al propósito divino, que son arrojados del Cielo a la Tierra.
La Biblia habla de que sabe el Diablo que tiene un "corto espacio de tiempo".
Si este suceso ocurrió en 1914, como se afirma, entonces podríamos pensar que ese corto espacio de tiempo ha durado alrededor de 96 años. ¿Son 96 años para Jehová un "corto espacio de tiempo"?
Es una buena pregunta.
También uno podría preguntarse si para Jehová estamos viviendo en el año 2010. ¿Y si para Dios estuviéramos en otra fecha, otro año tal vez? Después de todo, nuestra cronología actual se basa en el calendario gregoriano. Existen por supuesto otros calendarios, otras cronologías.
El conocimiento del tiempo, y decidir qué sucede en ese tiempo, es parte de esas "cosas ocultas" en el corazón de Dios.
Porque Dios es Aquel que es el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Para Dios, Él declara desde el Principio el Final, y llama a las cosas que no existen como si ya existieran.
Por ejemplo, Dios predijo por medio de Isaías que un hombre llamado Ciro conquistaría a la inconquistable Babilonia. Y eso sucedió casi 200 años antes de que siquiera Babilonia emergiera como Potencia Mundial. La historia durante esos 200 años que transcurrieron sucedió... hasta que se cumplió lo que predijo Dios, el 5 de octubre de 539 a. E. C.
En la Mente de Dios el Tiempo es algo que Él maneja, que opera conforme a Su voluntad. Señor del Tiempo, del Espacio es Dios. Lo que Dios decreta, lo que Jehová dice se cumple: "No volverá a mí sin resultados", efectivamente, a Dios no retorna su palabra de forma estéril.
Hemos estado ignorantes, con una mente estéril. No conocer los tiempos de Dios, no entenderlos, resta eficacia en este mundo real del aquí y ahora. Parece tema de especulación filosófica pensar que el momento presente, en realidad, ya existió en la Mente de Dios.