Los que tengan perspicacia entenderán
La perspicacia es...
Una aptitud. La aptitud para percatarse de cosas que no están claras.
(Para mayor información, véase el tema Perspicacia).
¿Es importante tener esta cualidad?
Hoy tomamos decisiones. TODOS los días afrontamos decisiones; algunas son aparentemente menores, pero otras son de importancia obvia. ¿Decidiremos sabiamente? Eso depende a buen grado de si somos impetuosos o si pensamos antes de hablar o actuar. Sin embargo, hay muchos asuntos en que el tomar decisiones sabias exige que podamos ver más allá de lo que es obvio. Esto implica que sepamos en qué pararán los sucesos mundiales de la actualidad, y hasta enterarnos de lo que sucede en las regiones celestiales. ¿Podemos lograr eso? ¿Será posible que un@ pueda lograr entender lo que no es obvio?
Tenemos facultades mentales verdaderamente maravillosas. Es decir, tenemos un cerebro, y la capacidad de pensar. Pero para entender el significado de los sucesos que estamos viviendo ahora, y que hayan de ocurrir en días posteriores, se requiere aceptar humildemente la ayuda de Dios.
¿Qué resultado tiene el que pasemos por alto ese hecho y confiemos o en nosotros mismos o en otros humanos para tomar decisiones sobre lo que es prudente o imprudente, correcto o incorrecto? ¿Cuál es el peligro de permitir que sean otros los que le digan a un@ qué pensar, qué creer o qué entender? Jesús advirtió que si un ciego guía a otro ciego...
En vista de esto, ¿qué necesitamos? Dicho sencillamente, necesitamos la ayuda que Jehová da. Nos alienta esta promesa:
“Te haré tener perspicacia, y te instruiré en el camino en que debes ir. Ciertamente daré consejo con mi ojo sobre ti”
(Salmo 32:8.)
Esta perspicacia es poder captar lo que encierra cierta situación, ver más allá de lo que es obvio. Según la obra Theological Wordbook of the Old Testament (Vocabulario teológico del Antiguo Testamento), la expresión hebrea que se vierte “perspicacia” se relaciona con “saber inteligentemente la razón” de las cosas. Es la clase de conocimiento que le permite a uno obrar con sabiduría y tener éxito.
En las Escrituras Griegas Cristianas, el verbo que se traduce ‘tener perspicacia’ también se vierte ‘captar el sentido de’ y ‘percibir’. (Romanos 3:11; Mateo 13:13-15; Efesios 5:17.) Lo que Dios promete a sus siervos es capacitarlos para hacer estas cosas. Pero ¿cómo nos da Jehová tal perspicacia?
Jehová no da tal perspicacia milagrosamente. La Palabra escrita de Dios es clave para adquirir perspicacia. Josué, sucesor de Moisés, tenía que llenar su mente y corazón, de esa Palabra divina, mediante leerla y meditar sobre ella con día y noche.
¿Qué hay de leer las Escrituras y orar pidiendo entendimiento?
Evidentemente, tener la Biblia y leerla no garantiza tener perspicacia. Tener la mente y el corazón abiertos para recibir la instrucción de Jehová es la clave para adquirir perspicacia. Leer las Escrituras para que sustenten las ideas que un@ tenga, en vez de ser la propia guía divina la que actúe, no contribuye a que se tenga perspicacia.
No se trata de ignorar la propia forma de pensar, se trata de permitir que Jehová la guíe. Está claro, que la guía de Jehová es mejor que la que un@ mism@ se pretende suministrar. Los resultados positivos de ser guiados por Jehová indican que la forma de pensar de Dios es mejor que las ideas propias. (Para más información, vea el tema Confía en Jehová con todo tu corazón).
¿Estamos viviendo tiempos señalados por profecías bíblicas? ¿Cómo resolver preguntas que causan perplejidad? Gracias a las Escrituras y a la guía divina estas cosas pueden saberse.
Hay sucesos que ocurren en los cielos, algo que los ojos humanos no podemos ver. Para conocer estas cosas, se requiere perspicacia.
Por ejemplo, la frase que titula este tema, aparece en la Biblia:
Daniel 12:10
Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.
Hay personas que, según se predice en Daniel 12, atravesarán un período de pruebas de 1260, 1290 y 1335 días.
Daniel 12:7
Y empecé a oír al hombre que estaba vestido del lino, quien estaba arriba sobre las aguas de la corriente, mientras él procedió a levantar la [mano] derecha y la [mano] izquierda a los cielos y a jurar por Aquel que está vivo para tiempo indefinido: “Será por un tiempo señalado, tiempos señalados y medio. Y tan pronto como haya habido un fin del hacer añicos el poder del pueblo santo, todas estas cosas llegarán a su fin”.
Daniel 12:11
Y desde el tiempo en que el [rasgo] constante haya sido removido, y haya habido una colocación de la cosa repugnante que está causando desolación, habrá mil doscientos noventa días.
Daniel 12:12
12 ¡Feliz es el que se mantiene en expectación y que llega a los mil trescientos treinta y cinco días!
Bien, hay 3 períodos de tiempo señalados que inician simultáneamente, y que culminan al finalizar cada uno. Es decir, se inicia el contaje de los 3 tiempos el mismo momento, y culminan según vaya dándose el objetivo de cada uno. Eso permite entender que primero culminan los 1260 días y los últimos en culminar son los 1335 días.
La gran pregunta es: ¿cuándo sucedieron estos tiempos? Se ha afirmado que ya se cumplieron. ¿Es cierto eso? Porque de serlo, entonces nadie estaría al tanto o a la expectativa de un período de tiempo, 3 en este caso, si ya pasaron, o se cumplieron.
¿Será esa la razón por la cual se indica en Daniel 12:10 que "muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán"?
Hay quienes llegan a tener perspicacia y entienden qué está sucediendo. Y los que se rehúsan a hacerlo, son reconocidos como inicuos, pero no por haber pecado contra Dios, sino que su iniquidad se basa en no entender, o discernir los tiempos, y actúan en consecuencia de su ignorancia, o su negativa a entender.
¿Significa esto que quienes afirman ser cristianos deben ser limpiados, emblanquecidos y refinados durante un período de 1335 días? Sí, es lo que indica la Biblia.
Pero... ¿cómo esto puede ser posible, que pase algo que se supone que ya ocurrió?
Para eso se necesita perspicacia. Para entender por qué se ha ignorado y pasado por alto profecías como estas... y para saber qué hacer.
Es lo que indica la Biblia.
Una aptitud. La aptitud para percatarse de cosas que no están claras.
(Para mayor información, véase el tema Perspicacia).
¿Es importante tener esta cualidad?
Hoy tomamos decisiones. TODOS los días afrontamos decisiones; algunas son aparentemente menores, pero otras son de importancia obvia. ¿Decidiremos sabiamente? Eso depende a buen grado de si somos impetuosos o si pensamos antes de hablar o actuar. Sin embargo, hay muchos asuntos en que el tomar decisiones sabias exige que podamos ver más allá de lo que es obvio. Esto implica que sepamos en qué pararán los sucesos mundiales de la actualidad, y hasta enterarnos de lo que sucede en las regiones celestiales. ¿Podemos lograr eso? ¿Será posible que un@ pueda lograr entender lo que no es obvio?
Tenemos facultades mentales verdaderamente maravillosas. Es decir, tenemos un cerebro, y la capacidad de pensar. Pero para entender el significado de los sucesos que estamos viviendo ahora, y que hayan de ocurrir en días posteriores, se requiere aceptar humildemente la ayuda de Dios.
¿Qué resultado tiene el que pasemos por alto ese hecho y confiemos o en nosotros mismos o en otros humanos para tomar decisiones sobre lo que es prudente o imprudente, correcto o incorrecto? ¿Cuál es el peligro de permitir que sean otros los que le digan a un@ qué pensar, qué creer o qué entender? Jesús advirtió que si un ciego guía a otro ciego...
En vista de esto, ¿qué necesitamos? Dicho sencillamente, necesitamos la ayuda que Jehová da. Nos alienta esta promesa:
“Te haré tener perspicacia, y te instruiré en el camino en que debes ir. Ciertamente daré consejo con mi ojo sobre ti”
(Salmo 32:8.)
Esta perspicacia es poder captar lo que encierra cierta situación, ver más allá de lo que es obvio. Según la obra Theological Wordbook of the Old Testament (Vocabulario teológico del Antiguo Testamento), la expresión hebrea que se vierte “perspicacia” se relaciona con “saber inteligentemente la razón” de las cosas. Es la clase de conocimiento que le permite a uno obrar con sabiduría y tener éxito.
En las Escrituras Griegas Cristianas, el verbo que se traduce ‘tener perspicacia’ también se vierte ‘captar el sentido de’ y ‘percibir’. (Romanos 3:11; Mateo 13:13-15; Efesios 5:17.) Lo que Dios promete a sus siervos es capacitarlos para hacer estas cosas. Pero ¿cómo nos da Jehová tal perspicacia?
Jehová no da tal perspicacia milagrosamente. La Palabra escrita de Dios es clave para adquirir perspicacia. Josué, sucesor de Moisés, tenía que llenar su mente y corazón, de esa Palabra divina, mediante leerla y meditar sobre ella con día y noche.
¿Qué hay de leer las Escrituras y orar pidiendo entendimiento?
Evidentemente, tener la Biblia y leerla no garantiza tener perspicacia. Tener la mente y el corazón abiertos para recibir la instrucción de Jehová es la clave para adquirir perspicacia. Leer las Escrituras para que sustenten las ideas que un@ tenga, en vez de ser la propia guía divina la que actúe, no contribuye a que se tenga perspicacia.
No se trata de ignorar la propia forma de pensar, se trata de permitir que Jehová la guíe. Está claro, que la guía de Jehová es mejor que la que un@ mism@ se pretende suministrar. Los resultados positivos de ser guiados por Jehová indican que la forma de pensar de Dios es mejor que las ideas propias. (Para más información, vea el tema Confía en Jehová con todo tu corazón).
¿Estamos viviendo tiempos señalados por profecías bíblicas? ¿Cómo resolver preguntas que causan perplejidad? Gracias a las Escrituras y a la guía divina estas cosas pueden saberse.
Hay sucesos que ocurren en los cielos, algo que los ojos humanos no podemos ver. Para conocer estas cosas, se requiere perspicacia.
Por ejemplo, la frase que titula este tema, aparece en la Biblia:
Daniel 12:10
Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.
Hay personas que, según se predice en Daniel 12, atravesarán un período de pruebas de 1260, 1290 y 1335 días.
Daniel 12:7
Y empecé a oír al hombre que estaba vestido del lino, quien estaba arriba sobre las aguas de la corriente, mientras él procedió a levantar la [mano] derecha y la [mano] izquierda a los cielos y a jurar por Aquel que está vivo para tiempo indefinido: “Será por un tiempo señalado, tiempos señalados y medio. Y tan pronto como haya habido un fin del hacer añicos el poder del pueblo santo, todas estas cosas llegarán a su fin”.
Daniel 12:11
Y desde el tiempo en que el [rasgo] constante haya sido removido, y haya habido una colocación de la cosa repugnante que está causando desolación, habrá mil doscientos noventa días.
Daniel 12:12
12 ¡Feliz es el que se mantiene en expectación y que llega a los mil trescientos treinta y cinco días!
Bien, hay 3 períodos de tiempo señalados que inician simultáneamente, y que culminan al finalizar cada uno. Es decir, se inicia el contaje de los 3 tiempos el mismo momento, y culminan según vaya dándose el objetivo de cada uno. Eso permite entender que primero culminan los 1260 días y los últimos en culminar son los 1335 días.
La gran pregunta es: ¿cuándo sucedieron estos tiempos? Se ha afirmado que ya se cumplieron. ¿Es cierto eso? Porque de serlo, entonces nadie estaría al tanto o a la expectativa de un período de tiempo, 3 en este caso, si ya pasaron, o se cumplieron.
¿Será esa la razón por la cual se indica en Daniel 12:10 que "muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán"?
Hay quienes llegan a tener perspicacia y entienden qué está sucediendo. Y los que se rehúsan a hacerlo, son reconocidos como inicuos, pero no por haber pecado contra Dios, sino que su iniquidad se basa en no entender, o discernir los tiempos, y actúan en consecuencia de su ignorancia, o su negativa a entender.
¿Significa esto que quienes afirman ser cristianos deben ser limpiados, emblanquecidos y refinados durante un período de 1335 días? Sí, es lo que indica la Biblia.
Pero... ¿cómo esto puede ser posible, que pase algo que se supone que ya ocurrió?
Para eso se necesita perspicacia. Para entender por qué se ha ignorado y pasado por alto profecías como estas... y para saber qué hacer.
Es lo que indica la Biblia.
