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El campo de batalla es su mente


Maratón. Isos. Waterloo. Maipú, Boyacá y Ayacucho. Más recientemente Stalingrado, la de los 6 Días, y las que se libran todos los días en Irak y Afganistán.

Son batallas. Fueron batallas, que llenan las páginas de la historia, en las que se ha luchado por riquezas, poder, libertad, territorio, o cualquier otra causa.


Pero, la batalla más insidiosa es aquella en la que se ignora que siquiera exista batalla alguna, y no se conoce enemigo. La mente de los hombres es un precioso botín de guerra, de modo que tener el dominio de la mente es, y ha sido, de importancia capital en los intereses de los poderosos del mundo.


La mente piensa, razona, saca conclusiones. Uno requiere de argumentos sólidos y convincentes para saber, o para convencerse de una verdad.


Quien controla los medios de comunicación, controla el poder. Eso quiere decir que, dependiendo de la orientación política, económica o por intereses propios, los medios de comunicación divulgan información. La que ellos quieren, o consideren que es conveniente a sus intereses. La información suele ser usada con razonamientos, o tendencias de opinión, escrupulosamente cuidadas. ¿Objetivos?


Múltiples.


Por ejemplo, se ha visto y cada vez con más notoriedad, cómo canales de T. V., periódicos, emisoras de radio o portales informativos en Internet se parcializan por un candidato o candidata en unas elecciones presidenciales, por ejemplo. Entonces aparecen más reseñas informativas sobre ese candidato, y se destacan imágenes, videos y fotos en los que se favorece la imagen de la persona en cuestión.


¿La objetividad en la información? Sencillamente no existe.


Cuando por ejemplo, la gente es defraudada, porque no se cumplieron las promesas electorales, se hacen meticulosos esfuerzos por mostrar que la culpa del fracaso no es del gobierno al cual apoya el medio de comunicación, y no tardan en presentar a la opinión pública los responsables "reales" del fracaso gubernamental.


También existe, en medio del arsenal de guerra mediática, la persecución. Se ataca la reputación, moral o calificaciones de las personas u organizaciones que sean consideradas "rivales" a los intereses del medio de comunicación, o del grupo de poder que respalde.


Ola tras ola de publicidad somete a la población a un lavado de cerebro haciéndole pensar que tiene que creer todo lo que aparece en las pantallas de T. V. Se venden las ideas y políticas que convengan a los intereses elitistas, mientras a la gran masa se les hace creer que se está trabajando en pro de sus intereses.


Sería ingenuo creer que no se pretende hacer que multitudes incontables de personas se sometan al lavado de cerebro por horas y horas... un procedimiento que hace pasar rápidamente ante sus ojos escenas escogidas para manipular a la opinión pública.


Un ejemplo tangible de esta información, es el enfoque de Estados Unidos con relación al contexto mediático mundial.


El principio clave de «La hoja de ruta sobre las operaciones de información», firmada por Donald Rumsfeld en 2003, es que no hay límite en la guerra de información, ya que en lo adelante, «las informaciones destinadas a la propaganda, a las Psyops, son consumidas por el público estadounidense y viceversa».


Es un documento desclasificado y difundido por la National Security Archive, en el cual el Pentágono presenta su estrategia para controlar la información. Titulado Information Operations Roadmap, el documento, rubricado por Donald Rumsfeld con fecha 30 de octubre de 2003, examina las diferentes actividades del Ejército relacionadas con el control de la información.

Así, el plan prevé numerosas actividades militares, desde «la manipulación del pensamiento» del adversario, hasta el ataque a las redes de comunicación del enemigo. Enemigo de Estados Unidos, o sus intereses, por supuesto. Y no importa que este documento se haya desclasificado en el gobierno de Bush. El actual gobierno estadounidense no parece muy diferente del de Bush... ¿o sí?

La prioridad fundamental es «combatir Internet», y prepararse para una guerra virtual. El Departamento de Defensa debe, según el documento, elaborar un centro destinado a tal fin.
«Debemos mejorar nuestra capacidad de ataque electromagnética y sobre las redes de comunicación. Para dominar en un combate un centro de información, es cada vez más importante que nuestras fuerzas dominen el espectro electromagnético con capacidad de ataque». (3.Executive Summary - A.Conclusions)

Parece Matrix. Controlar el espectro electromagnético, y dominar las redes de comunicación.

El uso de Psyops, rama militar especializada en las operaciones psicológicas, se menciona con frecuencia: «Deben realizarse grandes esfuerzos para caracterizar el potencial de audiencia del adversario, y, en especial, el de los que tienen el poder de decidir y sus prioridades. Si no se realizan estos esfuerzos de análisis, no será posible el lanzamiento de los temas y mensajes de las PSYOPS, de modo que sean efectivos para modificar el comportamiento del adversario». (3.Executive Summary - A.Conclusions)

Modificar el comportamiento del adversario... usando el control sobre los medios de comunicación. Es decir, someter a los potenciales "enemigos", lavándoles el cerebro, haciéndoles creer lo que quiera el Pentágono, CIA, NSA, FBI, y otros entes de Estados Unidos que crean.

Aunque Estados Unidos siempre haya admitido la propaganda, nunca un gobierno había autorizado la intoxicación mediática de sus propios electores: el documento precisa que «los mensajes de las Psyops se difundirán con frecuencia por los medios de comunicación para mayores audiencias, incluido el público estadounidense».


Los presos de Guantánamo saben mucho de operaciones psicológicas


La existencia de programas gubernamentales de control mental y derivados, las famosas PSYOP (Operaciones Psicológicas), son una realidad tantas veces demostrada (ahí está el ejemplo del MK Ultra) que ni el más crítico con los conspiranoicos se atreve a negar. Estas informaciones parecen leyendas urabanas, dignas de revistas paranormales.



El cerebro humano no es tan complejo como se creía


El reciente intento de un atentado terrorista en Times Square, pareció recordar la amenaza del terrorismo en Estados Unidos. Inmediatamente después del 11 de septiembre, el Pentágono creó, en el mayor secreto, el Office for the Strategic Influence (OSI), una agencia de propaganda encargada de modelar las opiniones públicas a nivel planetario mediante una intoxicación masiva de los medios de comunicación a fin de apoyar la guerra contra el terrorismo.

Terrorismo.

Terrorismo.

Terrorismo.

¿Se dio cuenta de que existe el terrorismo?

Bastaba con ver las noticias el fin de semana, para observar cómo el derrame petrolero en el Golfo de México, la Crisis Griega, y otras noticias, eran eclipsadas por un cintillo en las pantallas: ¡TERRORISMO!

Internet es un enemigo a combatir. No el Internet, sino el uso que dan a Internet las personas que publican información, y el potencial de que millones de personas tengan acceso a información que sería mejor dejar engavetada, bien lejos de la mirada escrutadora de la opinión pública.

Efectivamente, el control de las diferentes redes de comunicación e información se ha convertido en un elemento estratégico de la mayor importancia para asegurar la victoria tanto en los campos de batalla como en la opinión pública.

¿Qué hacer?

ES importante estar bien informado. No conformarse con una perspectiva de los hechos. Es increíble como un mismo hecho es noticia, y cómo es transmitida a la opinión pública, de acuerdo a los intereses de élites de poder. ¿Conspiranoia? No. Pero estar alertas a las campañas de desinformación, y manipulación de la información, es útil, y mucho más a medida que avanza el tiempo.


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