Comentarios sobre: el relevo del general McChrystal
Veamos esta imagen: es una foto tomada el día 23 de Junio de 2010, en la Situation Room de la Casa Blanca. El Presidente Obama se reúne con las personas encargadas de tomar decisiones en la Guerra de Afganistán, y Pakistán. Las caras, se observan largas. La situación en Afganistán y en general en la zona del Oriente Medio sigue siendo un complejo ajedrez.
En el extremo izquierdo de la imagen se ve al General David Petraeus, quien reemplazó a otro General, el que fuese el más alto comandante de la OTAN y Estados Unidos en Afganistán, Stanley McChrystal, quien fue relevado de su cargo por haber criticado con dureza en una entrevista periodística a los miembros del gobierno de Barack Obama.
Que a un General lo releven de su cargo, es algo normal en cualquier ejército, por diversas razones. Pero, lo sucedido con este General en particular demuestra falencias de Estados Unidos y su efectividad en el manejo de la guerra en Afganistán y la estrategia global que sigue en el área. Veamos el por qué.
Que a un General lo releven de su cargo, es algo normal en cualquier ejército, por diversas razones. Pero, lo sucedido con este General en particular demuestra falencias de Estados Unidos y su efectividad en el manejo de la guerra en Afganistán y la estrategia global que sigue en el área. Veamos el por qué.
El General McChrystal asumió el comando militar en Afganistán después de que Obama destituyó al general David McKiernan hace 13 meses. Esa fue la primera destitución presidencial de un General en época de guerra desde que el presidente Harry Truman destituyó al General Douglas MacArthur durante la Guerra de Corea.
A fines del año pasado, Obama discutió más de 10 veces con su equipo de seguridad en la "situation room" acerca de los próximos pasos en el Hindukush, donde se libra la guerra. Tras largas vacilaciones, finalmente decidió hacerle caso al hoy destituido General McChrystal y aumentó en 30.000 soldados las tropas. La condición era que el general lograra para julio de 2011 la vuelta a casa. Algunos militares de alto rango, y también funcionarios de nivel, consideraron irreal este cronograma.
En resumen: este General McChrystal fue el que recomendó aumentar en 30.000 soldados las tropas estadounidenses en Afganistán. Eso lograría que para julio de 2011 las fuerzas estadounidenses regresaran a casa, una de las promesas de la campaña Obama para acceder a la Casa Blanca.
Pese a las críticas, el plan siguió adelante. A pesar de los resultados negativos en un Afganistán del que ya la gran prensa no se ocupa, pero que es una guerra real y un problema real para quienes tienen tropas en la zona.
Finalmente, tras varios meses de tensión con la Casa Blanca, McChrystal dijo comentarios críticos y ofensivos sobre Obama , el vicepresidente Biden y otros miembros y altos funcionarios del gobierno.
En el artículo se cita una fuente cercana al general que contó que, en su primer encuentro con el militar de alto rango, Obama no sabía nada de McChrystal, pero tampoco parecía especialmente interesado en la guerra. "El jefe [por McChrystal] estaba bastante decepcionado", dijo la fuente. Según estas versiones, al general le pareció que Obama parecía "intimidado". El entorno del general opinó asimismo en la nota que el asesor de seguridad de Obama, James Jones, era un "payaso". McChrystal también criticó duramente en la entrevista al enviado especial de Obama a Afganistán y Paquistán, Richard Holbrooke.
Estos irrespetuosos comentarios del Comandante Stanley McChrystal son el último revés de una guerra de nueve años de duración sacudida por bajas crecientes, disminución del apoyo público, dudas de los aliados y disputas entre Washington y Kabul. Obama no tenía opción. Debilitado por un imparable derrame de petróleo en el Golfo de México, en medio de los problemas económicos de la nación y los sombríos pronósticos para su partido en las elecciones legislativas de noviembre, no podía darse el lujo de dejar pasar los inflamados comentarios públicos de su comandante militar en Afganistán.
En realidad, McChrystal se despidió a sí mismo. Obama sólo hizo el anuncio. El mandatario dijo que el comportamiento del general "socava el control civil sobre los militares".
Tras este escándalo surgen grandes dudas sobre si podrá ser realmente posible que se logre el objetivo pautado del retorno de las tropas estadounidenses para julio de 2011. "No hay dudas, este es un desvío que no necesitábamos en absoluto", citó el diario "The Washington Post" a un empleado de alto rango del Pentágono. La estrategia en Afganistán es todavía correcta, pero ahora es más difícil convencer al respecto al pueblo estadounidense, agregó. De hecho, los ciudadanos se muestran cada vez más escépticos frente a los esfuerzos en el Hindukush. Entretanto, la guerra en Afganistán ya es más larga que la intervención estadounidense en Vietnam y el número de soldados muertos acaba de superar los 1.000, una marca psicológicamente importante y con signos de crecimiento.
¿Se imaginó alguien alguna vez que la guerra en Afganistán psicológicamente se compare a lo sucedido en Vietnam?
Las despiadadas críticas del general Stanley McChrystal a sus jefes civiles fue poco profesional y le costó el cargo. Un triste final para una brillante carrera. Pero ningún general es indispensable.
Lo que es indispensable es que cuando el presidente Obama lleva a Estados Unidos a una escalada de la guerra en Afganistán, sea capaz de responder las preguntas más simples con toda franqueza a los estadounidenses, esos que pagan más impuestos para sostener a las tropas en Afaganistán: ¿se justificaba mandar más tropas? ¿cuenta Estados Unidos con los aliados como para lograr una victoria? Obama nunca tuvo buenas respuestas para esas preguntas, pero siguió adelante, mandando 30.000 efectivos más.
La verdad es que nadie en la Casa Blanca quería esta escalada en Afganistán. La única razón por la que se embarcaron en ella fue porque nadie sabía cómo salir del asunto... ni tenía el coraje para desactivar la operación.
Obama no es un experto en Afganistán. Pero ese hecho podría haber sido su punto fuerte. Sin embargo, Obama siguió adelante porque tenía miedo de que los republicanos lo calificaran de debilucho.
Fuentes:
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1278052
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1278073
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1278075