El Poder de la Decisión
Estamos al final del 2010, inicios del 2011. En el final de un ciclo en el tiempo en el que Dios nos ha estado llamando para elegir, entre avanzar con nuestra espiritualidad en el nombre del Amor, y a través de la luz y la verdad, o permanecer durmiendo en un estado de vida basada en la mente carnal, llena de los paradigmas y limitaciones autoimpuestas, o que otros siguiendo sus propias agendas de poder, han pretendido imponer en las mentes y consciencias de otros.
En este “fin de los tiempos”, el tiempo no se detiene, se está acelerando, y muchas personas se comienzan a cuestionar sobre su propia manera de vivir su espiritualidad. ¿Es la religión el camino espiritual que enseñó Jesús, el que se debe elegir?
Muchos están sintiendo un impulso, en sus corazones, pero puede que estén eligiendo ignorar ese llamado, para pensar que lo mejor es seguir en una persistente incertidumbre y miedo, y cómo serán afectados. Hay tantos mensajes de miedo, alrededor nuestro, dentro de las iglesias, religiones, en las corporaciones globalizadas, y las fuerzas oscuras que residen en la Tierra están haciendo lo mejor que pueden para crear miedo y control con la esperanza de impedir que las personas elijan el camino de la verdad, la luz y la vida, que sólo está en Cristo Jesús.
Sólo cada persona, está en una posición para realizar esa decisión interior. Hay toda clase de mensajes para leer, materiales negativos y positivos. Se necesita discernir, antes de elegir.
¿Qué significa?
Discernir significa usar en absoluto su mejor juicio cuando se decide sobre cualquier asunto. Estamos aprendiendo hoy, y estamos experimentando a través de nuestra propia sabiduría por vivir en la Tierra, que la mejor clase de discernimiento es la que proviene del corazón.
Para muchos, el estar debidamente informado del significado y cumplimiento de las profecías bíblicas, es algo "negativo", y prefieren ignorarlo.
Si viéramos el mundo espiritual, por un instante, ¿qué veríamos?
Veríamos a ángeles de Dios, que, como en el sueño de Jacob, ascienden y descienden, cumpliendo las órdenes divinas sobre establecer el Reino en este planeta. También discerniríamos que del otro lado del mundo espiritual, hay seres trabajando frenéticamente, para mantener a la gente dormida, sin discernimiento, calmándola, diciéndole que no se preocupe, que "todo está bien", que no es el tiempo de decidir. Mientras tanto...
Mientras tanto, la inmensa mayoría de la gente está ocupada en estos tiempos en pasar un diciembre más. Como si nada. Mejor "desconectarse" de tanta "mala noticia".
No se trata de convencer a nadie, de cómo vivir. A cada uno de nosotros se nos dio el poder de la Decisión, de acuerdo a nuestro libre albedrío. Y lo debemos ejercer
Cada persona puede haber condicionado toda su vida para vivir en el miedo, la ignorancia y la inconsciencia, pero eso no significa que tenga que seguir eligiendo el “vivir” en ese estado. ¡Podemos decidir lo contrario: la fe, el valor, la consciencia y la verdad!
Tener consciencia implica reconocer que estamos viviendo un tiempo presente señalado, pero no debemos verlo como el fin del mundo. Sino como el fin de un modelo, o una superestructura de mundo. Lo que debe culminar no es el mundo, sino las estructuras mentales, arquetípicas de cómo ha operado el mundo.
En este momento, no se puede cerrar los ojos a la realidad presente. Sino de abrir los ojos, para discernir lo que está más allá de lo evidente.
No se puede seguir consagrando la profecía bíblica como un "ídolo", un becerro de oro de este tiempo al cual adorar, como si fuera lo más importante, el centro mismo de nuestra vida. Eso incluye todo mensaje en torno al mal entendido "fin del mundo".